Este jueves Nicolás Zepeda fue declarado culpable en Francia por el homicidio de su expareja Narumi Kurosaki, recibiendo 28 años de cárcel.

El juicio contra el chileno se volvió uno de los casos más mediáticos en nuestro país, tras su apelación por la sentencia de 28 años de cárcel que se dictó en abril de 2022, cuando se determinó que el chileno de 31 años era el único culpable de la muerte y desaparición de la estudiante japonesa Narumi Kurosaki.

Pese a que la sentencia final de este caso se da a fines del 2023, se trata de una historia que comenzó en 2014, con el inicio de la relación. A día de hoy el cuerpo de Narumi sigue sin ser encontrado.

Es el año 2014. En ese entonces Nicolás Zepeda era el ayudante de un profesor de lenguaje japonés, cuando un fatídico día conoció a la joven Narumi Kurosaki. Los jóvenes se conocieron, se enamoraron y a las pocas semanas se establecieron como una pareja.

Luego, en el 2015, Narumi acompañó a Zepeda en un viaje a Chile, para conocer a la familia de su novio, según reportó en su momento Associated Press.

En el mismo año, pero el 6 de octubre, la relación entre Nicolás y Narumi se fue fracturando hasta que todo se terminó. Tras el quiebre de la relación, la joven estudiante se mudó a Francia y llega hasta la ciudad de Besanzón para continuar con sus estudios personales.

Ya en 2016 y viviendo en una residencia universitaria, Narumi hizo nuevas amistades y decidió continuar con su vida.

En el proceso conoció a Arthur del Piccolo, un joven francés de 26 años quien se convirtió en su nueva pareja, y quien la acompañó hasta el momento de su desaparición.

En medio de su nueva vida, Narumi publica en la red social de Facebook las primeras fotos de su relación con Arthur. Esto es importante, ya que durante una fiesta organizada por los estudiantes a fines de noviembre de ese mismo año, Narumi contó que “tenía un problema con su exnovio. (…) Uno de ellos era que le había pirateado su cuenta de Facebook”.

Cronología de un crimen: Así nació el caso de Narumi Kurosaki y las pruebas contra Nicolás Zepeda
Archivo | Nicolás Zepeda y Narumi Kurosaki

Y cuando todo parecía ir bien en la nueva vida de la joven Narumi, llega el 29 de noviembre del 2016, cuando Nicolás Zepeda, decidido a recuperar su relación, viajó a Francia sin informarle nada a nadie, ni si quiera a sus padres.

Al día siguiente el chileno -y principal imputado en la desaparición y asesinato de Narumi- llegó a la ciudad de Dijon y arrendó un vehículo.

Zepeda llega a Francia y realiza algunas compras, luego ve a Narumi

El primero de diciembre y gracias al GPS del vehículo arrendado y su tarjeta de crédito, la policía francesa descubrió que Nicolás ingresó a un supermercado. Allí compró comida, tres cajetillas de fósforos, un bidón de cinco litros de kerosene y un detergente anti-grasas.

Según el testimonio que Zepeda entregó en la actualidad y ante los tribunales de justicia de Francia, él compró fósforos porque “acude mucho a las iglesias y le gusta prender velas”.

Se trata de un testimonio que ha cambiado con el paso de los años, ya que recientemente declaró que compró los fósforos porque “eran un souvenir para su familia”.

Por otra parte, el bidón lo rellenó con otro tipo de combustible “por si se quedaba sin bencina”, según el imputado.

Finalmente, el detergente anti-grasa lo compró porque “cuando vivía en Estados Unidos aprendió a dejar limpios los autos”. Pese a que el suyo se encontró con varios restos de suciedad.

El día 2 de diciembre del 2016 algunos estudiantes ven a Zepeda merodeando el área.

Allí él mismo confesó que la vio a la distancia, cuando: “la vi venir desde el paradero. No hice nada. Antes había subido y golpeé su puerta, pero no había nadie”.

4 de diciembre, el día del encuentro y la última vez que se le vio a Narumi

Durante la tarde del 4 de diciembre la joven japonesa salió de su residencia para dirigirse a sus clases de baile.

Hasta ese momento, ella desconocía que Nicolás merodeaba la zona.

En la noche volvió a su hogar y en el vehículo en el que estaba su ex pareja vio un papel que tenía escrita la palabra “Nicomi (Nicolás y Narumi)”, apodo que Zepeda utilizaba con ella.

Narumi lo reconoce, se acerca, llora con él y le dice que “nunca pensó que lo volvería a ver”.

Nicolás aprovechó la oportunidad para hablar con ella. Luego de unos minutos la invitó a cenar y ella aceptó.

Ambos fueron vistos por cámaras de seguridad entrar y salir del restorán “La Table de Gustave”.

En uno de los testimonios del imputado, Nicolás reveló que Narumi “no le habló en ningún momento” de su relación con Arthur.

Ambos regresan a la residencia y entran juntos a la habitación 106.

Alrededor de las 03.20 horas de esa noche varios estudiantes escucharon “gritos desesperados de una mujer”.

Pese a esto, nadie logró captar de dónde venían.

Zepeda vuelve a Chile, no se sabe nada de Narumi

Según Zepeda, ambos pasaron la noche juntos en aquella habitación. El imputado declaró ante un jurado que allí mantuvieron relaciones sexuales que describió como “consensuadas”.

Lamentablemente aquí no está Narumi, para poder relatar los hechos según su propio punto de vista.

De acuerdo a la investigación, el homicidio se habría producido en la residencia universitaria de Narumi.

Pese a esto, Zepeda mantiene que estuvo con Narumi y que se retiró del lugar en la madrugada del 6 de diciembre “para que Narumi pudiera estar en calma”.

Además, aseveró que se debió devolver a Chile “por sus proyectos” y que difícilmente podría volver a Japón.

Pese a todo lo anterior, el GPS del vehículo arrendado en el que se trasladaba indica que no salió inmediatamente de Francia, tal como había dicho. Por el contrario, el chileno pasó medio día inspeccionando carreteras secundarias en el vasto bosque de Chaux, al este de la ciudad de Dole.

Finalmente Zepeda llevó el auto de alquiler de vuelta a Dijon el 7 de diciembre al mediodía.

Según los trabajadores de la agencia, el hombre dejó el Renault cubierto de barro, tanto por fuera como por dentro, a nivel del conductor y en el maletero. Luego de todo esto, compró un boleto de para ir a Ginebra, donde finalmente toma un avión a Barcelona.

Allí estuvo algunos días junto a su primo Juan Felipe Ramírez, a quien le preguntaba cosas como “¿cuánto se demora una persona en morir asfixiada?”, por “mera curiosidad”, según el sospechoso.

Tras unos días, Nicolás compró pasajes en avión para volver a Chile, mientras que de Narumi no hay rastro alguno.

Inicia el juicio

Un detalle muy importante a destacar es que Zepeda siempre ha alegado inocencia en el caso, a pesar de ser la última persona en ver a Narumi con vida.

Pese a esto, no era normal que no hubiera rastro de la joven, por lo que sus amigos decidieron llamar a la policía.

Los oficiales franceses llegaron a la habitación 106, la de Narumi, el 15 de diciembre a las 17:31 horas. En concreto, en el lugar se encontró su único abrigo, su computador y su cartera con 565 euros en efectivo.

Tras una búsqueda, se dieron cuenta que faltaba una manta, una maleta, su pasaporte y su teléfono.

Las huellas dactilares, tomadas de una taza, tras el análisis demostrarán que pertenecían a Nicolás Zepeda Contreras, quien dejó sus rastros en una botella de agua, una polera, las paredes, el suelo del baño y el borde del lava manos.

Tras eludir a la justicia francesa durante más de tres años, Nicolás Zepeda fue extraditado a Francia en julio de 2020. Después de varias jornadas de interrogatorios e investigación, el juicio contra el chileno comenzó el 28 de marzo de 2022.

Según la acusación de la Fiscalía de Besanzón, en diciembre de 2016 el acusado mató “deliberadamente” a la joven para luego hacer desaparecer su cuerpo.

Una de las pruebas más contundentes en su contra fueron las de geolocalización. De acuerdo a un investigador policial, Nicolás Zepeda usurpó las redes sociales de su exnovia japonesa e incluso se hizo pasar por ella después a su desaparición. Asimismo, habría comprado un boleto de tren con su cuenta.

Durante el juicio, un psiquiatra y una psicóloga describieron el perfil de Nicolás Zepeda, quienes identificaron una actitud narcisista y manipuladora en el chileno.

Finalmente, Nicolás Zepeda fue declarado culpable, por un jurado de 9 personas, del asesinato de Narumi Kurosaki, y condenado a 28 años de cárcel.