El primer texto escolar ruso en el que se aborda la guerra en Ucrania comenzó a repartirse en las escuelas en el inicio del año académico en Rusia.

Se trata de “Historia de Rusia 1945 – el comienzo del siglo XXI”, manual en el que se entrega la versión del Kremlin sobre la invasión que Vladimir Putin impulsó en febrero de 2022, la cual es llamada como Operación Militar Especial en el país.

Según detalla Agencia EFE, el texto incluye un capítulo titulado “Rusia hoy. Operación Militar Especial”, el cual deberá ser aprendido por los dos últimos cursos de secundaria, estudiantes cuyas edades van entre los 16 y 18 años.

En el texto se remarca que Ucrania tiene autoridades neonazis, así como también se asegura que Rusia “es víctima de un bloqueo económico de Occidente”, indicando que la campaña rusa busca “desmilitarizar y desnazificar” a su país vecino.

Vladímir Medinski, exministro de Cultura, asesor presidencial y uno de los autores del libro, aseguró que sería “una aberración” no incluir la incursión militar en el país gobernado por Volodimir Zelenski.

El libro fue presentado en una conferencia de prensa a inicios de agosto por Sergey Kravtsov, ministro de Educación de Rusia, quien estuvo acompañado de importantes personeros como el propio Medinsky.

Sin embargo, pese a las intenciones del gobierno ruso, el trabajo ha sido blanco de críticas por parte de especialistas quienes acusan que el manual debió reducir las páginas dedicadas a otros temas para así dar mayor énfasis a la campaña en Ucrania.

A su vez, expertos denuncian que para la elaboración del texto los autores no se guiaron por fuentes históricas, sino que más bien repitieron la propaganda impulsada por el Kremlin.

Vladimir Putin
Agencia EFE

El libro además apunta a Occidente por buscar la desintegración de la Federación Rusa y el control de sus recursos, destacando a Ucrania como el “principal ariete”, país en el que -según afirma el texto- se enseñó a toda una generación a odiar a Rusia y apoyar “ideas neonazis”.

Junto con catalogar a Ucrania como “un Estado ultranacionalista”, el libro incluso pone en duda su propia independencia, añadiendo que la incursión militar unió a toda Rusia.

En tanto, la citada agencia consigna que el material repartido en los establecimientos educacionales rusos se acusa a Kiev de usar a civiles como “escudos humanos”, afirmando que los soldados rusos recibieron la orden de no disparar nunca contra zonas habitadas.

Este último punto queda en entredicho con lo denunciado en julio pasado por la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

En aquella oportunidad, el organismo documentó 864 casos de civiles detenidos arbitrariamente por fuerzas rusas en el contexto de la guerra, de los que el 90% fue víctima de torturas y tratos degradantes, algunos de naturaleza sexual.

“Muchos de ellos estaban en detención incomunicada, lo que equivale a desapariciones forzadas”, señaló Volker Türk, jefe del organismo.

Por su parte, el libro incluye un mapa con las fronteras de Rusia en el que se incluyen los territorios ucranianos anexionadas por Moscú, incluyendo Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporizhia. Esto, pese a que el ejército ruso no ha logrado su total control.

Amnistía Internacional acusa “intento descarado e ilegítimo de adoctrinamiento”

Este viernes Amnistía Internacional acusó a Rusia de usar el libro para justificar la guerra de agresión contra Ucrania como un acto legítimo de autodefensa y vulnerar los derechos de los niños y niñas a una educación apropiada y de calidad.

Lo anterior “constituye un intento peligroso de adoctrinar a las generaciones futuras”, afirma.

“El libro de texto oculta la verdad y distorsiona los hechos relacionados con las violaciones graves de derechos humanos y los crímenes de derecho internacional cometidos por las fuerzas rusas contra la población de Ucrania”, indicó Anna Wright, investigadora de Amnistía Internacional para Europa Oriental y Asia Central.

“El adoctrinamiento de los niños y niñas en una etapa de su desarrollo en la que son vulnerables es un intento cínico de erradicar la cultura, el patrimonio y la identidad ucranianos, así como una violación de su derecho a la educación”, puntualizó.