Las sospechas recaen sobre Yaroslav Shekhovtsov, comandante del grupo Wagner. Los hombres habrían sido asesinados a los tiros por no acatar el motín armado a fines de junio.

Dos mercenarios del grupo Wagner habrían sido ejecutados por no respaldar la rebelión armada impulsada contra Vladimir Putin a fines de junio. Informes recientes indican que el comandante de Wagner, Yaroslav Shekhovtsov, de 35 años, fue detenido a raíz de los supuestos asesinatos.

Los cadáveres que despertaron las sospechas fueron encontrados cerca de la carretera Voronezh-Luhansk, en la ruta utilizada por Wagner cuando intentaron tomar Moscú a fines de junio.

Se trata de soldados que habrían sido asesinados a tiros por ‘desobedientes’. Fueron encontrados sin documentos de identificación.

Es en este contexto que un medio de origen ruso informó que el principal acusado, Shekhovtsov, confesó haber disparado a los hombres porque no respaldaron el levantamiento armado del 24 de junio, tal como divulgó el diario The Sun.

Si Shekhovtsov ejecutó a dichos soldados, salen a la luz las posiciones dispares dentro de Wagner, que supuestamente es pro-Kremlin.

Purga de Putin

El acontecimiento se produce cuando el propio Putin está llevando adelante una supuesta “purga” de los líderes de alto rango del Kremlin luego de enfrentar la mayor amenaza a su liderazgo desde que asumió el poder en 1999.

Teniendo en cuenta que la purga de Putin está en marcha, no se descarta que haya llegado el momento para ‘el más rebelde’ de los disidentes.

El general Sergey Surovikin, a quien se atribuyen maniobras tildadas de ‘despiadadas’, no registra apariciones públicas desde el 24 de junio, en medio de los crecientes rumores ‘golpistas’ que envolvieron a la figura de Yevgueni Prigozhin.

Entretanto, el Ministerio de Defensa del Reino Unido informó que Yevkurov había estado notablemente ausente de una transmisión televisada de los líderes militares rusos.

Sumado a lo anterior, el enemigo por excelencia de Prigozhin, el general Gerasimov, también desapareció de la esfera pública.

La revuelta armada en junio comenzó en oposición al ministro de Defensa, Sergei Shoigu, y al jefe de las fuerzas armadas rusas, el general Valery Gerasimov.

Esta se detuvo repentinamente después de que el mandatario bielorruso Alexadner Lukashenko negociara un acuerdo de paz entre el líder de Wagner, Yevgeny Prigozhin, y Vladimir Putin.

Según el acuerdo, las fuerzas de Wagner y Prigozhin trasladarán sus fuerzas a la vecina Tsel, en Bielorrusia, a una distancia considerable de los territorios de la OTAN.

En el transcurso de la jornada, los miembros de Wagner bajaron la bandera rusa cuando cerraron la base principal del grupo en el sur de Rusia y trasladaron completamente las operaciones a la “ciudad de tiendas de campaña” en el sur de Bielorrusia, según informó The Sun.

Trascendió asimismo que un soldado afirmó después de bajar la bandera: “La base dejará de existir. PMC Wagner se va a nuevas áreas de despliegue”.

Esta semana arribaron a los campamentos de Bielorrusia un número considerable de mercenarios de Wagner.

Instructores militares en Bielorrusia

Mercenarios de la milicia Wagner, que el mes pasado protagonizaron una rebelión frustrada en Rusia, brindan instrucción militar en Bielorrusia, informó el ultimo viernes el gobierno de este país, que respalda la ofensiva militar de Moscú contra Ucrania.

Ucrania admitió por su lado que su contraofensiva para recuperar territorios conquistados por Rusia en el sur y el este avanza lentamente, en medio de encarnizadas batallas.

“Los combatientes de la compañía militar privada Wagner actúan como instructores en varias áreas militares” y entrenan a “unidades de las tropas de defensa territorial” de Bielorrusia, precisó el Ministerio de Defensa en Minsk.

Los reclutas aprenden, entre otras, “técnicas de desplazamiento en el campo de batalla y de tiro táctico”, añadió.

En un video de los ejercicios publicado por el ministerio en YouTube, un militar bielorruso asegura que la experiencia es “muy útil” para el ejército.

El grupo Wagner, que desempeñó un papel clave en la ofensiva rusa en Ucrania, iniciada en febrero de 2022, se rebeló hace tres semanas contra el Estado Mayor del ejército regular.

Los milicianos ocuparon un cuartel en Rostov del Don, en el sur de Rusia, y avanzaron unos cientos de kilómetros rumbo a Moscú.

El levantamiento terminó unas horas más tarde, con un acuerdo que preveía la partida a Bielorrusia de su jefe, Yevgueni Prigozhin.

El paradero de Prigozhin es incierto. El Kremlin reconoció el presidente ruso, Vladimir Putin, lo recibió a finales de junio, pocos días después de su rebelión, en compañía de los principales comandantes de Wagner.

El Departamento de Defensa de Estados Unidos aseguró el jueves que los mercenarios de Wagner ya no participan de forma “significativa” en los combates en Ucrania.

Contraofensiva ‘lenta’ de la resistencia ucraniana

La expectativa ucraniana de un debilitamiento de las tropas rusas después de la rebelión de Wagner no se confirmó hasta el momento y la contraofensiva ucraniana, lanzada en junio para recuperar territorios del este y el sur, “actualmente no avanza tan rápido”, admitió el jefe del gabinete presidencial ucraniano, Andrii Yermak, refiriéndose a la intensidad de los combates.

En la última semana, las tropas ucranianas apenas avanzaron 1.700 metros en el sur, señaló Kiev.

Kiev asegura que los escasos avances se deben a la lentitud de sus aliados occidentales en entregar las armas prometidas.

También reclama más armas de largo alcance y aviones de combate para hacer frente a las tropas rusas.

La contraofensiva va de par con periódicos bombardeos rusos contra varias ciudades, incluida Kiev, la capital.

El ejército ucraniano indicó el viernes que derribó 16 de los 17 drones de combate de fabricación iraní Shahed 136/131 lanzados por Rusia desde el sureste.

A pesar de la lentitud de la contraofensiva, han habido algunos avances en el sur y el norte de Bajmut, que cayó en manos rusas en junio después de meses de combate en los cuales los hombres de Wagner tuvieron un papel predominante.

“Bajmut será nuestro”, aseguró a la AFP Masik, un operador de drones ucraniano.

Yermak, considerado como el principal asesor del presidente Volodimir Zelenski, recordó que Ucrania solo podrá abrir negociaciones de paz “después de que las tropas rusas abandonen nuestro territorio”.

Ansiedad por el acuerdo cerealero

La falta de señales de una salida negociada del conflicto se da a pocos días de que expire el acuerdo que permite a Ucrania exportar cereales por el mar Negro.

El pacto, sellado entre Kiev y Moscú en julio de 2022 y prolongado en varias ocasiones, ayudó a paliar la crisis alimentaria mundial provocada por el conflicto entre estos dos grandes productores de materias primas y alimentos.

El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, afirmó en una reunión con sus pares del sudeste asiático en Indonesia que los países en desarrollo “pagarán el precio” si Rusia se niega a prolongarlo.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que actuó junto a la ONU como mediador de esas negociaciones, aseguró que Putin “está de acuerdo” en firmar una nueva prórroga del pacto.