"Hay quien apuesta por la paz, y hay quien echa leña al fuego. Nosotros estamos en el lado de la negociación, de la desescalada, de la paz", aseguró el ministro chino de Exteriores, Qin Gang.

El ministro chino de Exteriores, Qin Gang, negó hoy que su país haya vendido armas a Rusia y aseguró que China ha hecho “un juicio independiente” y “apostado por la paz” en Ucrania.

“¿Qué ha hecho China para ser amenazada o presionada con respecto a esta crisis? No estamos involucrados directamente ni hemos proporcionado armas. Hemos publicado un documento con propuestas para la paz.”, dijo Qin en su primera rueda de prensa pública en los márgenes de la sesión anual del Legislativo chino (Asamblea Nacional Popular).

En febrero pasado, el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, dijo tener pruebas de que China contempla enviar armas a Rusia para su guerra contra Ucrania, un extremo que Pekín ha negado reiteradamente desde entonces.

Qin agregó que “hay una mano invisible que está provocando la crisis en Ucrania”, en velada referencia a Estados Unidos, y que “es un momento crítico”.

“Hay quien apuesta por la paz, y hay quien echa leña al fuego. Nosotros estamos en el lado de la negociación, de la desescalada, de la paz”, dijo.

China, que ha tratado de mantener la distancia con respecto a la guerra en Ucrania, fue uno de los países que se abstuvo a la hora de votar una resolución de condena a la invasión rusa en la Asamblea de la ONU.

Pekín se aferra a una postura ambigua sobre la invasión rusa al pedir respeto para “la integridad territorial de todos los países”, incluida Ucrania, y, al mismo tiempo, atención para las “legítimas preocupaciones de todos los países”, en referencia a Rusia.

El Gobierno chino emitió recientemente una declaración sobre lo que denomina “conflicto” en el que defiende el respeto a la soberanía de todos los países, el abandono de la “mentalidad de guerra fría” y un alto el fuego.

Así también, un llamado a la “moderación” para “evitar que la situación se descontrole” y derive en un conflicto nuclear, propuesta criticada por Occidente por poner en el mismo plano “al agresor y al agredido”.