Los franceses confiaron este domingo un nuevo mandato de cinco años al mandatario centrista Emmanuel Macron en el balotaje frente a Marine Le Pen, que pese a perder logró el mejor resultado de la extrema derecha en una elección presidencial en el país.

La ultraderechista Marine Le Pen admitió este domingo su derrota frente al liberal Emmanuel Macron en la segunda vuelta de las presidenciales francesas.

Pese a esto, denunció “métodos desleales” y consideró que sus resultados, que según las proyecciones le sitúan por encima del 40% de los votos, “son una victoria en si mismos”.

Le Pen además compareció ante sus seguidores con un discurso optimista. “Millones de compatriotas han apostado por el cambio”, destacó la ahora ex candidata presidencial.

Pese a la derrota, el resultado firma el mejor escenario de la ultraderecha y supera los datos que ella misma obtuvo en 2017.

Le Pen se erigió como representante de la Francia “olvidada” y dedicó palabras de especial agradecimiento para los votantes de provincias.

“Nunca abandonaré a los franceses”, proclamó la dirigente ultraderechista, que ve “esperanza” en unos resultados con los que llamaron la atención de dirigentes franceses y europeos.

Se comprometió a ser un “contrapoder fuerte” frente a Macron, la “verdadera oposición” en un escenario marcado por la pérdida de apoyo de los partidos tradicionales. En este sentido, espera que haya próximamente “un gran cambio”.

El giro ansiado por Le Pen llegaría con las elecciones legislativas, advirtiendo de que “el partido no ha terminado”.

“Sabemos que ningún patriota puede aceptar que Macron esté presente de forma destructiva”, dijo, con un mensaje en el que llamó a tejer alianzas.

Tras la intervención de Marine Le Pen, la prensa francesa se hizo eco de que Le Pen se ha puesto en contacto con Macron para reconocer su derrota en la votación.