La fiscalía francesa anunció que terminó las investigaciones en el caso del chileno Nicolás Zepeda, sospechoso de asesinar a una estudiante japonesa en 2016, con el objetivo de llevarlo a juicio y pidió que sea extraditado a Francia.

“Hemos concluido las investigaciones”, declaró en una conferencia de prensa Etienne Manteaux, fiscal de Besançon, la localidad del este de Francia en la que desapareció Narumi Kurosaki, de 21 años, en diciembre de 2016.

Kurosaki vivía en el campus universitario de Besançon. Fue vista por última vez la noche del 4 de diciembre de 2016.

Pese a que su cuerpo no ha sido hallado, la fiscalía está convencida de que Kurosaki fue asesinada por Zepeda en un ataque de celos, basándose en varias pruebas.

Durante una conferencia de prensa de más de una hora, Etienne Manteaux detalló la lista de elementos que incriminarían al chileno, con quien Kurosaki mantuvo una relación entre febrero 2015 y octubre 2016.

Según Manteaux, varios estudiantes de la residencia universitaria en la que vivía la japonesa contaron que escucharon “gritos de terror” y un “golpe fuerte” en medio de la noche del 4 al 5 de diciembre.

“Parecería que están asesinando a alguien”, escribió una estudiante inglesa que vivía en el mismo piso que Kurosaki a una amiga por mensaje de texto a las 03:21 de la madrugada.

Varios estudiantes, que fueron despertados por los gritos, salieron al corredor. Pero éstos se silenciaron rápidamente y ninguno de ellos llamó a la policía.

El chileno, que había amenazado a Kurosaki en un vídeo publicado en internet y que luego retiró, admitió que estuvo en su habitación la noche de su muerte y que mantuvo con ella relaciones sexuales consensuales,
pero asegura que se fue inmediatamente después.

Los investigadores sospechan que Zepeda estranguló a la joven japonesa. Ningún rastro de sangre fue hallado en la habitación.

Otro elemento presentado por Manteaux fue que el automóvil alquilado por Zepeda fue entregado tres días después de la desaparición “muy sucio” con tierra del lado del conductor y en el maletero.

Además, dijo, el chileno se detuvo en el camino para comprar cerillas, líquido inflamable y lejía en un supermercado.

Nicolás Zepeda regresó a Chile antes de que la policía fuera alertada sobre la desaparición de Kurosaki.

Orden de arresto y extradición

Francia emitió una orden internacional de arresto contra él, pero un juez chileno rechazó en febrero de 2017 la solicitud, aduciendo que no había pruebas suficientes.

El sospechoso fue interrogado el 18 de abril por un juez chileno en presencia de investigadores franceses, entre ellos Manteaux. Pero niega estar involucrado en la desaparición de Kurosaki.

Según Manteaux, “estos 34 meses de investigación justifican el pedido de extradición de Nicolás Zepeda para que comparezca ante el tribunal de Besançon por el asesinato de Narumi Kurosaki, cometido en la madrugada del 5 de diciembre de 2016”.

La fiscalía de Besançon formalizó la solicitud de extradición del sospechoso de 28 años, que ha sido remitida al ministerio de Justicia francés. La solicitud será procesada por el ministerio de Relaciones Exteriores, que la remitirá oficialmente a las autoridades chilenas.

Esta solicitud podría ser analizada “en unos meses” por Chile, dijo Manteaux.

“Este es el último trámite. Debemos pasar por este proceso para que se celebre un juicio”, dijo, aunque añadió que es consciente de que “hay muchos obstáculos que se oponen a esta solicitud de extradición” en un país que no suele extraditar a sus ciudadanos.

Si Chile rechaza la solicitud, Zepeda será juzgado en ausencia, lo que “obviamente sería insatisfactorio”, dijo Manteaux.