Varios miles de personas se manifestaron este domingo en Bruselas, Bélgica, contra el pacto de la ONU para las migraciones, una concentración convocada por un grupo de extrema derecha y marcada por incidentes con las fuerzas de seguridad.

La policía contabilizó al menos 5.500 participantes, concentrados en el barrio de las instituciones europeas. “Nuestro pueblo primero”, se leía en las pancartas. Otros lemas pedían la dimisión del primer ministro belga, Charles Michel.

Tras un inicio en calma, los manifestantes comenzaron a lanzar proyectiles contras las fuerzas del orden y las fachadas de algunos edificios de la Unión Europea (UE), indicó un periodista de la AFP.

La policía replicó con gases lacrimógenos y lanzó agua para dispersar a los manifestantes.

Al menos 90 personas fueron detenidas, indicó la agencia de noticias Belga. La fiscalía de Bruselas indicó por su parte que seis personas fueron imputadas, tres de ellas por degradar el edificio de la Comisión Europea y otras dos “por actos de rebelión armada”.

La manifestación tenía el apoyo de los jóvenes del partido de extrema derecha Vlaams Belang y de una decena de otras organizaciones identitarias, principalmente flamencas.

En otro barrio de Bruselas, un millar de personas, según la policía, participaron en una contramanifestación convocada por varias organizaciones que piden no estigmatizar a los migrantes.

El Pacto Mundial para la Migración, adoptado el lunes por más de 150 países, entre ellos Bélgica, tiene por objetivo reforzar la cooperación internacional para una “migración segura, ordenada y regular”, y pide entre otros el fin de las detenciones arbitrarias.

Sus detractores lo consideran sin embargo, una manera de alentar nuevos flujos migratorios incontrolados.

El pacto ha provocado una crisis política en Bélgica, con la salida de los nacionalistas flamencos del partido N-VA del gobierno liderado por el liberal francófono Michel.