El presidente de Francia, Emmanuel Macron,suspendió para todo 2019 la implementación de un aumento al impuesto a los carburantes, con el único objetivo de evitar que continúen las protestas de los denominados “chalecos amarillos”, reportaron medios locales.

Las subidas del impuesto a los carburantes prevista a partir del 1 de enero son “anuladas para el año 2019” en su totalidad, dijo François de Rugy, ministro de Ecología, a la cadena de televisión BFM TV. Esto se hizo para mitigar los temores de la sociedad a que se reintroduzca la medida del alza de este impuesto una vez pasen las protestas, agregó.

Francia anularía para todo 2019 la ejecución del aumento al impuesto de los combustibles, en vez de suspenderlo por sólo seis meses como anunció el martes. Una medida que se suma a las llamadas a la calma del presidente.

El gobierno quiere evitar a toda costa que se repitan las escenas de caos del fin de semana pasado, cuando miles de manifestantes tomaron el Arco del Triunfo, montaron barricadas en el corazón de París y prendieron fuego a vehículos, ante la mirada incrédula de residentes y turistas.

“El momento que vivimos ya no es el de la oposición política”, dijo el portavoz del gobierno, Benjamin Griveaux, citando a Macron. “El presidente pidió a las fuerzas políticas, sindicales y patronales lanzar un llamado claro y explícito a la calma”, agregó el vocero.

Francia vive desde hace tres semanas protestas convocadas por un movimiento popular autodenominado “chalecos amarillos”, que empezó como una protesta contra el alza del impuesto a los combustibles y ahora refleja una exasperación social más amplia.

Las protestas comenzaban a extenderse a otros sectores. Varios colegios de secundaria estaban bloqueados el miércoles, por tercer día consecutivo de una movilización en contra de la reforma educativa del gobierno, y los sindicatos estudiantiles llamaron a intensificar las huelgas el jueves.

Los agricultores se sumaron también al descontento social. El principal sindicato agrícola del país anunció una serie de huelgas la próxima semana en todo el territorio.

¿Nuevas concesiones?

Éric Drouet, un portavoz de los “chalecos amarillos”, llamó a los franceses a congregarse el sábado “cerca de los lugares de poder: los Campos Elíseos, el Arco del Triunfo o la plaza de la Concordia”, frente a la Asamblea Nacional.

Este miércoles el ejecutivo parecía dispuesto a ceder aún más terreno. Benjamin Griveaux entreabrió la puerta a un posible restablecimiento del Impuesto a la Fortuna (ISF), una de las reivindicaciones más frecuentes entre los manifestantes.

“Si algo no funciona, no somos tontos, lo cambiaremos”, declaró Griveaux en una entrevista con la radio RTL. Este impuesto fue recortado por el mandatario el año pasado para evitar que las grandes fortunas se vayan al extranjero y ha servido a la oposición para calificar a Macron de “presidente de los ricos”.

Sin embargo, horas después, Macron aseguró ante su consejo de ministros que no quiere “deshacer nada de lo que se ha hecho desde hace dieciocho meses”, indicó el Elíseo a la Agence France-Presse.