El ministro español de Exteriores criticó el miércoles la decisión de Italia de cerrar sus puertos a los migrantes y defendió la adopción de una política europea a largo plazo para hacer frente a la situación migratoria.

Italia cerró la ruta de la migración que pasaba por Libia “de manera discutible, lo que va a plantear sin duda alguna problemas a nivel europeo más graves que los que han planteado los países del Este”, afirmó Josep Borrell durante un encuentro con la prensa extranjera.

Los países del Este de la Unión Europea se niegan a acoger a los refugiados que Bruselas quería repartir entre sus Estados miembros.

Tras haber rechazado varios buques cargados de personas rescatadas en el mar Mediterráneo, Roma condicionó el desembarco de migrantes en sus puertos a que otros Estados miembros también se hagan cargo de ellos.

España acogió una de las primeras embarcaciones rechazadas por Italia, el ‘Aquarius’, que atracó en Valencia el 17 de junio con 630 migrantes a bordo.

La solución al problema migratorio, “no puede consistir en esa especie de ajuste permanente” para repartirse a los migrantes que desembarcan en un país, consideró Borrell, señalando que España también podría pedir que se repartan los migrantes que traspasan las fronteras terrestres en los enclaves españoles de Ceuta y Melilla, en el norte de Marruecos.

En su opinión, una verdadera política migratoria europea “es a 20 o 30 años vista” y consistiría en decir: “¿Qué hacemos con los 200 millones de habitantes más que tendrá el Sahel? Eso es lo que me esforzaré en poner sobre la mesa”, aseguró.

La Unión Europea debe llevar a cabo la política migratoria “in situ, en los países de origen, si no lo que estamos haciendo es trasladando la presión de un sitio para el otro”, apuntó el expresidente del Parlamento Europeo.

Borrell subrayó que el cierre de la vía libia había desviado a los migrantes hacia Marruecos y España, adonde llegaron más que a Italia desde inicios de año.