Un grupo de 158 migrantes, incluyendo varios menores, desembarcaron en la noche del viernes en Sicilia, donde el domingo será recibido el nuevo ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, que ha prometido un política firme frente a la llegada de extranjeros.

Aquarius, el navío fletado por las ONG SOS Méditerranée y Médicos Sin Fronteras, rescató a un grupo de 158 personas entre las cuales había nueve niños, 26 mujeres y 36 menores no acompañados.

Todos sufrían deshidratación y tenían signos de haber sido maltratados, indicó en un comunicado la ONG francesa, una de las últimas que sigue activa en el Mediterráneo frente a las costas de Libia.

Los responsables del barco y de la agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR) expresaron a la AFP su inquietud frente a las “terribles condiciones físicas y psicológicas” que presentan los migrantes cuando llegan.

Las llegadas de migrantes disminuyeron mucho este año, pero “vemos personas que sufren de desnutrición, tortura y de malos tratos”, dijo Marco Rotunno de la ACNUR.

Cerca de 700 mil migrantes han llegado a las costas italianas desde 2013, una situación que denuncia habitualmente el partido de ultra derecha la Liga de Matteo Salvini, una de las dos formaciones populistas que componen el nuevo gobierno de Italia.

Esta alianza política con el Movimiento Cinco Estrellas (M5S, antisistemas) asumió el mando este viernes.

Salvini anunció que se desplazará a Sicilia este domingo para evaluar la situación.