El presidente, Joe Biden, explicó en un comunicado que bajo su dirección las fuerzas militares estadounidenses, junto con el Reino Unido y el apoyo de Australia, Baréin, Canadá y los Países Bajos, llevaron a cabo con éxito ataques contra varios objetivos en Yemen utilizados por los rebeldes hutíes.

El presidente de EEUU, Joe Biden afirmó que los ataques de los hutíes en el mar Rojo “han puesto en peligro al personal estadounidense, a los marines civiles y a nuestros socios, han puesto en peligro el comercio y amenazado la libertad de navegación”.

En apoyo de los palestinos de la Franja de Gaza, los insurgentes han estado atacando en el mar Rojo desde el 19 de noviembre a embarcaciones supuestamente vinculadas a Israel, aunque aseguran que su intención no es hundir barcos sino ejercer presión económica sobre el Estado judío para que detenga la guerra.

Biden explicó que más de 50 naciones se han visto afectadas por estos ataques, mientras que más de 2.000 barcos se han visto obligados a desviarse para evitar el mar Rojo, lo que eleva los costes del transporte y puede causar semanas de retrasos en los tiempos de envío de productos.

“No dudaré en ordenar medidas adicionales para proteger a nuestra gente y el libre flujo del comercio internacional según sea necesario”, sentenció el mandatario estadounidense.

Las principales navieras a nivel mundial continúan ajustando sus rutas para evitar navegar por esta vía marítima, por donde transita casi el 15 % del comercio marítimo global, incluyendo el 8 % del comercio mundial de cereales, el 12 % del comercio de petróleo y el 8 % del comercio mundial de gas natural licuado.

Los ataques contra el Yemen se producen apenas unas horas después de que el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, culminara una gira por Oriente Medio en la que advirtió que la coalición naval capitaneada por EE.UU. en el mar Rojo respondería si los hutíes continúan lanzando ataques contra buques mercantes.

Comunicado conjunto

Estados Unidos, el Reino Unido y otros ocho países justificaron este jueves que la acción militar lanzada contra objetivos de los rebeldes hutíes en Yemen demuestra el compromiso conjunto en favor de la libertad de navegación.

En un comunicado conjunto, esas diez naciones subrayaron que esa acción se ha producido igualmente en defensa del comercio internacional y de quienes transitan por las aguas del mar Rojo, por donde circula casi el 15 % del comercio marítimo global.

El presidente estadounidense, Joe Biden, había anunciado hoy que bajo su dirección las fuerzas militares estadounidenses, junto con el Reino Unido y el apoyo de Australia, Baréin, Canadá y los Países Bajos, llevaron a cabo con éxito ataques contra varios objetivos en Yemen utilizados por los rebeldes hutíes.

En el comunicado conjunto, a esas seis naciones se sumaron Dinamarca, Alemania, Nueva Zelanda y Corea para subrayar que esa acción se enmarca dentro del derecho individual y colectivo a la autodefensa.

“Las más de dos docenas de ataques de los hutíes a buques comerciales desde mediados de noviembre constituyen un desafío internacional”, indicaron en ese alegato, donde apuntaron que su respuesta buscaba degradar la capacidad de los hutíes para “amenazar el comercio global”.

Un funcionario de la Administración añadió en una llamada con la prensa que EE.UU. espera que este jueves por la noche o mañana lleguen más declaraciones de apoyo a la acción militar emprendida.

Esos diez primeros países firmantes apuntaron que su objetivo sigue siendo “reducir las tensiones y restaurar la estabilidad en el mar Rojo”.

“Pero dejemos que nuestro mensaje sea claro: no dudaremos en defender vidas y proteger el libre flujo del comercio en una de las vías marítimas más críticas del mundo frente a las continuas amenazas”, sostuvieron.