Un juez fiscal acusó este jueves a Hunter Biden, hijo del presidente estadounidense Joe Biden, de tres cargos relacionados con la compra y posesión de armas.

Según detalla Agencia EFE, el hijo del actual mandatario norteamericano compró una Colt Cobra de calibre 38 en octubre de 2018 de manera fraudulenta.

Lo anterior, ya que Hunter -quien ha debido lidiar con problemas de drogas- entregó un certificado que aseguraba que “no era consumidor ilícito ni adicto a estimulantes, estupefacientes u otras sustancias controladas”.

En el acta de imputación, firmada por David Weiss, fiscal federal de Delaware, se detalla que Hunter “sabía que esa declaración era falsa y ficticia”.

A su vez, se acusa al abogado de 53 años de mentir respecto a sus adicciones en el registro que debía quedar en la licencia federal de armas de fuego (FFL, por sus siglas en inglés).

Por su parte, también se le imputó otro cargo por posesión de arma pese a no estar habilitado por sus adicciones.

Recordemos que en junio pasado Hunter Biden aceptó un acuerdo con la Fiscalía para declararse culpable de dos cargos relacionados con los impuestos.

En concreto, admitió no haber declarado al fisco los ingresos que recibió en 2017 y 2018, además de no haber pagado por ellos.

Hunter recurrió a esta medida a cambio de que los fiscales recomienden su libertad condicional para él y así evitar la cárcel.

Dicha investigación se abrió en 2018 bajo la administración de Donald Trump, siendo utilizada por los republicanos desde 2020 para disparar sus dardos contra Joe Biden, a quien acusan de no haber llevado la indagación hasta las últimas consecuencias.