La Corte Suprema de Estados Unidos puso fin este jueves a los programas de discriminación positiva en las universidades, lo que se considera un fallo histórico. Sus seis jueces conservadores dictaminaron, en contra de la opinión de los tres progresistas, que los procedimientos para el ingreso en los campus universitarios basados en el color de la piel o el origen étnico de los solicitantes son inconstitucionales. "El alumno debe ser tratado en función de sus experiencias como individuo, no en función de su raza", escribió el presidente de la Corte Suprema, John Roberts.

El Tribunal Supremo de EEUU acabó este jueves con la discriminación positiva por temas raciales en las universidades, al opinar que Harvard y la Universidad de Carolina del Norte vulneraron la Constitución al utilizar la raza como un factor en el proceso de admisiones.

La opinión fue escrita por el presidente del alto tribunal, el juez John Roberts, y apoyada por los cinco magistrados conservadores.

Las tres juezas progresistas se opusieron.

“Muchas universidades han (…) concluido, erróneamente, que la piedra angular de la identidad de un individuo no son los desafíos superados, las habilidades construidas o las lecciones aprendidas, sino el color de su piel. Nuestra historia constitucional no tolera esa decisión”, se puede leer en la sentencia.

Aun así, el fallo destaca que nada prohíbe que las universidades consideren cómo la experiencia de un estudiante con el racismo ha afectado a su vida en el proceso de admisión, pero siempre de manera individual.

En concreto, los jueces consideran que el proceso de admisiones de estas universidades vulneran la decimocuarta enmienda de la Constitución, que garantiza la igualdad ante la ley.

En el caso de Carolina del Norte, la acusación argumentaba que la política de admisiones era discriminatoria contra los candidatos blancos y asiáticos. Esto, frente a los afroamericanos, hispanos y nativos americanos.

Todo lo anterior, mientras que en el de Harvard estudiantes asiáticos denunciaron el uso de criterios subjetivos para limitar los candidatos aceptados.

EEUU acaba con la discriminación positiva en las universidades

La jueza progresista Sonia Sotomayor escribió en su opinión de disentimiento que la decisión de los magistrados conservadores “revierte décadas de precedentes y de importante progreso”.

“La igualdad de oportunidades en la educación es un requisito previo para conseguir la igualdad racial en nuestra nación”, defendió.

La jueza afroamericana Ketanji Brown Jackson dijo que “considerar que la raza es irrelevante en la ley no hace que sea así en la vida”.

Sin embargo, el juez Clarence Thomas, también afroamericano, acusó a Jackson en una opinión concurrente de considerar que “todos los resultados en la vida se pueden atribuir sin ninguna duda a la raza”.

La discriminación positiva cobró especial importancia en el país durante el movimiento de defensa de los derechos civiles de los afroamericanos.

El Supremo había protegido desde 1978 el derecho de las universidades a considerar la raza como un factor en el proceso de admisión.

En el fallo de este jueves, sin embargo, el tribunal considera que los programas de admisiones de Harvard son insuficientes en esta materia.

“Les faltan objetivos suficientemente dirigidos y medibles que justifiquen el uso de la raza” y que “utilizan la raza de forma negativa, empleando estereotipos”.