Un hombre mató a cinco vecinos, incluyendo un niño de 8 años, luego que le pidieran que dejara de disparar en su patio en el condado de San Jacinto, Texas, a unos 90 kilómetros de Houston. Después de cometer los asesinatos, el sujeto se dio a la fuga.

Según recoge el medio norteamericano Washington Post, el hecho ocurrió el viernes, cuando desde una casa comenzaron a reprender a Francisco Oropeza, de 38 años, por disparar su fusil semiautomático hasta altas horas de la noche.

Totalmente ofuscado por la recriminación, el sujeto, de nacionalidad mexicana, entró a la casa de sus vecinos, de origen hondureño, y comenzó a disparar a mansalva.

Fue así como el hombre dio muerte a tres mujeres, un hombre y un niño con su fusil AR-15, un arma usado en conflictos como la Guerra de Vietnam.

A su vez, otros tres menores sobrevivieron al tiroteo. El citado medio añade que dos de las mujeres fallecidas fueron encontradas acostadas sobre niños pequeños para protegerlos de los disparos.

Durante este sábado las autoridades emitieron una orden de arresto contra Oropeza. Sin embargo, hasta el momento la policía no ha podido encontrarlo.

Greg Capers, alguacil del condado de San Jacinto, indicó que Oropeza frecuentemente disparaba el fusil en su patio, añadiendo que se molestaba cuando sus vecinos le pedían por las noches que dejara de hacer ruido con el arma.

La oficina del Sheriff del condado señaló a través de sus redes sociales que los Texas Rangers -cuerpo especial de agentes del Departamento de Seguridad Pública de Texas- se encuentran actualmente en el lugar del crimen ayudando con la investigación.

“El juez Wells emitió una orden de arresto para el sospechoso y asignó una fianza de $5 millones de dólares”, detalla la institución.

Las autoridades llamaron a la población a evitar el área debido a que aún hay una fuerte presencia policial.