El gobierno del presidente Donald Trump llevará a cabo este martes ante la Corte Suprema de Estados Unidos un último intento de demoler el programa de salud “Obamacare”, lo que podría cancelar el seguro médico de millones de personas en medio de la pandemia.

El tribunal superior escuchará los argumentos del Ejecutivo sobre la constitucionalidad de la ley ACA (“Affordable Care Act”), aprobada en 2010 y en virtud de la cual el gobierno del entonces presidente Barack Obama buscó extender el seguro médico a personas que no podían pagarlo.

Desde que asumió el cargo, en 2017, Trump ha intentado destruir la ACA, primero erosionando una de sus disposiciones clave y luego buscando anularla por completo, respaldando una demanda en ese sentido de Texas y varios otros estados liderados por republicanos.

Después que tribunales y cortes de apelaciones se pusieran del lado de Texas, el caso fue apelado a principios de este año ante los nueve magistrados de la Corte Suprema por California y otros estados que apoyan la ACA.

20 millones podrían perder el seguro

Desde 2017, Trump ha designado a tres jueces conservadores en la Corte Suprema, lo que podría bastarle para derogar la ACA. Pero su eventual victoria podría ser pírrica.

Más de 20 millones de estadounidenses están asegurados por la ley, incluidos los adultos pobres que accedieron al programa Medicare, que normalmente está abierto solo para personas jubiladas mayores de 65 años; los jóvenes de 26 años o menos a los que la ACA cubre a través del seguro de sus padres; y personas cuyas condiciones médicas preexistentes llevaron a que se les negara un seguro médico comercial.

De producirse, la anulación de la ley llegaría cuando Estados Unidos ha superado los 10 millones de casos de covid-19 y continúa siendo, por mucho, el país más afectado por la pandemia en términos absolutos.

Trump aún no ha ofrecido alternativas que cubran a quienes perderían el seguro si la ACA es suprimida.

“Obamacare será reemplazada por una alternativa MUCHO mejor y MUCHO más barata si se cancela en la Corte Suprema”, tuiteó el presidente en septiembre, aunque desde entonces no han presentado propuestas en este sentido.

El foco en Barrett

La audiencia del martes tendrá lugar una semana después de las elecciones en las que Trump fue derrotado por el demócrata Joe Biden.

Biden era vicepresidente de Obama cuando se estableció la ACA, y prometió mejorarla.

Si bien el programa ha demostrado ser popular, está en riesgo por razones técnicas legales en una Corte Suprema que se ha volcado drásticamente hacia la derecha desde que Trump llegó al poder.

En 2012, la corte había avalado, por 5 votos contra 4, la constitucionalidad de la ley.

El presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, un conservador moderado, se puso del lado de los cuatro liberales para decidir el caso.

Pero desde entonces Trump ha nombrado a tres nuevos magistrados, todos conservadores, que ahora suman seis sobre los nueve integrantes del organismo. Incluso sin el voto de Roberts, ganarían por cinco a cuatro.

Todos los ojos estarán puestos en la nueva integrante de la Corte, Amy Coney Barrett, cuyo nombramiento Trump se apresuró a hacer aprobar en octubre con el objetivo de que interviniera en caso de litigios electorales y en el caso de la ACA.

Cuando todavía era profesora de derecho, en 2012, Barrett criticó la defensa de la ley por Roberts.

En octubre, los demócratas la interrogaron intensamente durante sus audiencias de confirmación en el Senado sobre su visión del programa y sobre las esperanzas que Trump había depositado en ella.

“No soy hostil a la ACA”, dijo. “No le hice promesas a nadie. No tengo ninguna agenda”, agregó.

Independientemente de lo que decida el tribunal, es probable que no se conozca su fallo hasta el próximo año, posiblemente después de que Trump deje el cargo y Biden asuma como presidente, el 20 de enero.