La historia de los Anchondo le ha dado la vuelta al mundo. No es para menos. El pasado sábado, cuando Jordan y Andre fueron con su bebé de 8 semanas al Walmart de El Paso, no sabían el futuro mediático obligado que les esperaba. No sería en vida.

Sin embargo, cuando Jordan, la madre de Paul, vio al pistolero disparar, supo por amor e instinto que debía cubrirlo con su vida. Así fue. Ella murió en el acto y su esposo André, de 25 años, (solo un año mayor que ella) falleció varias horas después, tras intentar cubrirlos a los dos en el piso.

Los Trump visitaron desde el pasado miércoles la zona donde la devastación llegó a manos de un joven que buscaba y logró hacer un daño irreparable.

Facebook Jordan y Andre Anchondo
Facebook Jordan y Andre Anchondo

La visita, con críticas incluídas, sumó una que la pareja presidencial sabía que debía hacer: la de la familia Anchondo y la del bebé huérfano, producto del ataque.

En la fotografía, cuya historia ha sido publicada en medios como CNN, figura la primera dama estadounidense Melania Trump, quien carga al pequeño Paul.

El niño no tiene una idea de los brazos que lo arrullan al momento del flash y el porqué del bullicio de los adultos. A su lado, el presidente Trump, quien horas antes se había defendido de las preguntas periodísticas sobre si sus dichos contra los inmigrantes no habían recargado el arma del odio con la que Patrick Crusius, de 21 años, había gatillado su deseo de matar a mexicanos en territorio estadounidense.

Junto a la poderosa pareja, Tito Anchondo, tío de Paul y hermano de Andre. También, días antes, había hablado desconsolado con varios medios locales sobre la impotencia y el dolor de perder a sus seres queridos y la forma en que Paul fue salvado por sus padres, considerados héroes a nivel internacional.

“Quiero que sepa que nuestra familia está con el presidente”, le dijo Tito, a un periódico de los EEUU. Ansiaba reunirse con Trump para contarle de primera mano la hazaña de su hermano para proteger al niño, quien fue dado de alta horas antes de la visita presidencial. De hecho, fue llevado de regreso y en plena recuperación, hasta la presencia del mandatario, al Universal Medical Center of El Paso.

CNN
CNN

Necesario o no, la imagen en la que Trump alza el dedo, con una sonrisa para la fotografía, (como olvidado que está con un huerfano del terror) se ha vuelto de las más comentadas y replicadas por los medios de comunicación de la nación norteamericana. ¿Y cómo no?. Se trata de uno de los momentos más compasivos, emanados de la pareja presidencial.

Claro está, según los analistas, que el gesto viene de Melania. Ella es la encargada de apaciguar la turbulencia en la nave presidencial, cuando temas como este forman un verdadero torbellino de críticas contra el líder estadounidense.

En sus redes sociales, sobre todo en su cuenta de Twitter, la primera dama de EEUU, dejó ver ese lado compasivo al publicar la fotografía cargando al pequeño Paul, sin olvidar un sentido mensaje.

“Ayer conocí a muchas personas increíbles en Dayton, Ohio y El Paso, Texas. Sus comunidades son fuertes e inquebrantables. @potus
y yo estamos con ustedes!”

Nada qué decir, si eres presidente o primera dama. Nada que reprochar, si llevas ayuda o palabras de aliento a quienes más lo necesitan. Lo reprochable es, para algunos usuarios de redes sociales, el hecho de que un presidente se fotografíe con un simbolo de la tragedia, de la cual responsabilizan en parte a sus dichos contra los inmigrantes o mexicanos (en el pasado).

Una sobrina de Jordan, la fallecida madre de Paul, comentó el tuiteo de la primera dama estadounidense, aclarando que la familia materna del bebé no tomará postura política sobre la tragedia que están viviendo.

“Para ser claros, el lado materno de la familia no conoció ni tuvo al bebé en ese momento. (El de la fotografía con los Trump) La familia Jamrowski no ha tomado ni tomará una postura política. Simplemente queremos llorar por nuestra pérdida, extrañamos tanto a Jordan y nuestros bebés no tienen padres”.

Liz Jamrowski, se refiere a Paul y a sus hermanas de 1 y 6 años, quienes quedaron sin sus padres, tras la tragedia.

Facebook Jordan Anchondo
Facebook Jordan Anchondo

Sin embargo, el comentario parece haber pasado inadvertido para la esposa de Trump, quien concluyó junto al mandatario, su visita a la zona donde muchos aún no recuperan la calma, luego de la ráfaga de odio descargada la mañana del pasado 3 de agosto.