Ocurrió el pasado 29 de noviembre en Lebanon, Indiana. Los hijos de Briana Helem se encontraban en la casa de sus abuelos maternos cuando ocurrió la tragedia de un segundo a otro y de un disparo.

La víctima fue Izzabela Marie Helem, de 4 años de edad, quien jugaba junto a sus hermanos de 7 y 3 años. Este último, sin mayor responsabilidad de sus actos, fue quien segó la vida de su hermana, según la información publicada en Lebanon Reporter.

La policía local reveló que al llegar a la escena, se encontró con los abuelos maternos y los otros dos niños. Izzy, como era llamada cariñosamente, yacía en el suelo, herida con arma de fuego, la misma que según las versiones oficiales estaba al alcance de los niños.

La niña fue llevada a un hospital de Indianápolis, pero su condición era tan grave que, a los cinco días de una muerte cerebral, sus padres se preparaban para la peor noticia. La recibieron y en un proceso de duelo, tuvieron que volcarse al victimario involuntario quien se encontraba afectado por la muerte de su hermana.

Briana relató todo el calvario que ha vivido desde finales de noviembre, haciendo llamados públicos en Facebook para que no culpen a sus padres y en especial a su madre por lo ocurrido.

“Mi mamá no es una mala persona. Ella ama a mis hijos. Esto es devastador para ella también. Mi hijo tiene 3 años y estamos trabajando para darle consuelo. Necesitamos encontrar la forma de que sane. Esta es una tragedia para algunos, pero es nuestra peor pesadilla como padres. Amamos a nuestros hijos”, describió la acongojada mujer.

Facebook | Briana Helem
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La vida después de Izzy

Cuando los médicos le informaron a los Helem que su hija sería desconectada, Briana supo que era momento, además de afrontar la noticia, de ayudar a otros niños en memoria de su hija.

El matrimonio comenzó el proceso de donación de órganos con el hospital en el que su hija luchó por sobrevivir. A las horas, ya había un candidato para que su corazón latiera en otro cuerpo. Se trata de un niño de 10 años que se prepara a recibir el trasplante, previo a los estudios pertinentes.

En total, 8 niños se verán beneficiados con la donación de los órganos de Izzy. Es la forma con la que unos devastados padres tratan de sobreponerse al inmenso dolor de perder a su pequeña niña, aunque Briana reconoce que su esposo Alonzo vive un verdadero infierno tras la pérdida.

“Está en un trance de profundo dolor, como estaría cualquier padre. La extraña y le duele por todas las cosas que no podrá hacer con ella, desde tocar su mano a entregarla en el altar. Era su mundo, era su pequeña”, declaró la miembro activa de las fuerzas armadas estadounidenses quien ahora libra su propia batalla.

Sin embargo, cree que la memoria de Izzy quedará honrada con la decisión familiar. “Ha creado milagros para otras familias. Nadie debería experimentar el dolor de perder a un hijo”, concluyó.

Facebook | Briana Helem
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