La acusación fiscal no ha escatimado en duras frases para calificar lo sucedido en Grand Rapids, Michigan, en el inicio de un juicio mediático.
El niño “estaba esencialmente descompuesto en el asiento del automóvil”. Practicamente así se fundamenta la acusación contra Lovily Johnson, de 23 años, quien es acusada de homicidio premeditado y negligencia contra su hijo de apenas 6 meses de vida.
La cruel historia se remonta a julio de 2017, cuando Lovily, ató a su pequeño al auto, en plena temporada veraniega y por 32 horas, en las que olvidó por completo al menor, sin alimentos, ventilación, sin cambio de pañales, sin nada de los cuidados básicos que requieren y tienen de su madre a esa edad.
La acusación sugiere que durante ese periodo, la mujer fumaba marihuana con amigos, comía, dormía, hacía su actividad de forma normal, como si nada pasaba.
“Treinta y dos horas es el número que escucharán que esta mujer dejó a su hijo de seis meses”, dijo al jurado el fiscal del condado de Kent, Chris Becker. Su indignación según lo confirma la cadena WCNC, era proporcional al resultado de la conducta de la joven madre.
El lunes 17 de julio, la mujer puso al pequeño en el auto y al siguiente día se marchó con sus amigos. Día y medio después, fue al vehículo, en compañía de un sujeto. Ya era tarde para el pequeño.
Su ingreso a emergencias, sin aparente prisa
Luego de ver a su hijo, supuestamente inconsciente, la mujer acudió a los servicios de emergencia en Grand Rapids. Su ingreso es ahora parte de las pruebas que presentan en la corte los fiscales del caso.
A Lovily se le ve llegar a las instalaciones hospitalarias, con un paso a simple vista no acelerado. Lleva al pequeño, ya sin vida, envuelto en una manta rosada.
Una funcionaria del área de emergencia declaró en el juicio que la temperatura corporal del niño era un claro indicativo de que estaba muerto.
Se trata de la Dra. Barbara Wynn, quien dijo que el pequeño “no estaba respirando, ni tenía pulso. Tenía un olor muy desagradable”.
“Él estaba muerto; había estado muerto por un tiempo”, agregó, dado que el menor llegó con una temperatura de 27 grados centígrados. De hecho, con menos de 35 grados ya se presenta la hipotermia en los seres humanos.
Todas las incidencias de este juicio fueron presentadas ante un jurado y con la presencia de la acusada, quien a ratos, entre lágrimas, parecía arrepentida de la situación.
El abuso infantil en primer grado, del que se le acusa, más el de homicidio premeditado, la podría poner en prisión perpetua, sin fianza y sin libertad condicional.
No quiso declararse culpable para rebajar la condena y manifestó que quería ir a juicio.
Dos evaluaciones forenses determinaron que Lovily Johnson es competente para entender los cargos en su contra y puede ayudar en su propia defensa.
