El ingeniero Riccardo Morandi, proyectista del puente que se derrumbó en Génova el 14 de agosto, advirtió en 1979 que el viaducto necesitaba mantenimiento anticorrosión constante.

Morandi realizó entonces un informe, que ha publicado el diario italiano La Verità, en el que llamaba la atención sobre la corrosión a la que estaba expuesta la obra, como consecuencia del aire marino y de la contaminación. “Tarde o temprano, y tal vez dentro de unos años, será necesario recurrir a un tratamiento para eliminar cualquier rastro de óxido en los refuerzos más expuestos, para después cubrir todo con elastómeros de muy alta resistencia química”, advertía entonces.

Morandi afirmó que la estructura había sido construida en hormigón sólido, pero que sufría una degradación rápida como consecuencia de “la alta salinidad” procedente de los vientos del mar, situado a solo dos kilómetros de distancia. Este aire, mezclado con los humos de las chimeneas de las fábricas industriales adyacentes, generaba un deterioro de los materiales y una “pérdida de resistencia” que había que tener en cuenta.

Finalmente, el ingeniero concluía insistiendo en la necesidad de proteger “la superficie en hormigón, para aumentar su resistencia química y mecánica a la abrasión” y sugería usar “resinas y elastómeros sintéticos” para proteger este puente, que fue inaugurado en 1967.

Valery Hache | AFP
Valery Hache | AFP

Investigación en curso

Más de 30 vehículos cayeron al vacio desde una altura de 45 metros, 43 personas murieron y 16 resultaron heridas cuando cn tramo del puente Morandi se vino abajo el pasado 14 de agosto. Actualmente, una investigación en curso intenta esclarecer las causas del siniestro, que diversos expertos adjudican a una rotura en uno de los cables de suspensión del puente.

El Gobierno italiano culpa de lo ocurrido al operador privado de la autopista y el puente, Autostrade per l’Italia. La compañía, controlada por la familia Benetton, niega sin embargo haber cometido una negligencia.

Según el semanario L’Espresso, en febrero ya se sabía que los cables del puente estaban afectados por el óxido. Según el medio, lo confirma el acta de una reunión ministerial, en la que Autostrade habría informado que algunas de las estructuras del puente se habían degradado entre “un diez y un 20 por ciento”. A pesar de ello, ni el ministerio ni la empresa “consideraron necesario restringir el tráfico, desviar los vehículos pesados, reducir el tráfico a un sólo carril o reducir el límite de velocidad para reducir la carga del puente, apunta el semanario.

Según el ministerio de Transportes, hay investigaciones internas sobre esta cuestión. Uno de los expertos que participaron en esa reunión, el profesor Antonio Brencich, afirmó sin embargo que L’Espresso publicó “información que induce a error”. En entrevista con la agencia alemana de noticias dpa, Brencich matizó que Autostrade habría informado de una degradación “de entre el 8 y el 15 por ciento”.

Los expertos de la compañía aseguraron que, a pesar del daño, la estabilidad no estaba en riesgo y que no era necesario restringir el tráfico, añadió Brencich. Autostrade habría presentado un proyecto de 20 millones de euros para la renovación de los cables de dos de los tres pilares, que iba a realizarse este año, declaró Brecich, quien forma parte del equipo del Gobierno que investiga el colapso del puente.

Handout / Vigili del Fuoco / AFP
Handout / Vigili del Fuoco / AFP

“Claramente, algo fue mal”, señaló, pero antes de la tragedia nada sugería que algo asi podría pasar. El puente estaba sometido a “análisis reiterados” por parte de Autostrade y los expertos independientes como él no tenían motivos para dudar de la validez de esas revisiones, aseguró.

Entretanto, los bomberos italianos han tenido que suspender este lunes, por motivos de seguridad, sus trabajos bajo parte de lo que queda del puente, ya que en los restos se oyeron “ruidos extraños”, distintos a los que se oían en días anteriores, explicó Luca Cari, un portavoz de estas fuerzas.

Por precaución, las personas evacuadas de las viviendas de esas zonas tampoco podrán acceder a sus casas a recuperar sus pertenencias. Los trabajos de desescombro continúan en otras partes afectadas por el derrumbe, como las vías del tren o el lecho del río.

Handout / Vigili del Fuoco / AFP
Handout / Vigili del Fuoco / AFP

Viviendas provisionales

Durante esta misma jornada, las autoridades genovesas entregaron las primeras casas provisionales a una veintena de los 600 desalojados de edificios cercanos al puente Morandi. Más de 500 genoveses perdieron sus viviendas con el derrumbe de este viaducto.

El presidente la región de Liguria, Giovanni Toti, y el alcalde de Génova, Marco Bucci, han dado las llaves a estas familias. Según Toti, antes del 20 de septiembre se podrán conceder otras 40 viviendas y a finales del mes otros 100 apartamentos más, que desde mañana comenzarán a ser reestructurados. En ocho semanas, prometió, todos los afectados podrán tener una morada.

En tanto, el presidente estadounidense, Donald Trump, llamó hoy al primer ministro italiano, Giuseppe Conte, para ofrecerle su ayuda, explicó la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders.

Handout / Vigili del Fuoco / AFP
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