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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

Corea del Norte ha ideado una red clandestina para financiar al régimen a través de trabajadores informáticos encubiertos en empresas occidentales, según un informe de la ONU del 2024. Estos norcoreanos enviados al extranjero, como el caso de Jin-su, ganaban entre US$250 y US$600 millones anuales para el régimen de Kim Jong-un. Usando identidades falsas, trabajaban en empresas de occidente, enviando el 85% de sus salarios a Corea del Norte. A pesar de las sanciones internacionales, este plan se ha extendido, con algunos incluso hackeando a sus empleadores. Aunque Jin-su pudo desertar y ver la realidad fuera de Corea del Norte, la mayoría solo busca el dinero y regresa a casa.

Sobre Corea del Norte pesan una serie de sanciones internacionales, lo que le mantiene bajo una grave crisis económica, pero que se ha encargado de afrontar de diversas maneras. Entre estas, se encuentra una red para financiar al régimen mediante trabajadores informáticos encubiertos en empresas occidentales.

De acuerdo con un informe de la ONU de 2024, esta metodología le ha significado a Corea del Norte recaudar entre entre US$250 y US$600 millones al año.

El auge de este plan se dio con la pandemia, siendo el teletrabajo un factor clave. Dado que esta manera de trabajar se convirtió en algo habitual, no dejó de crecer, siendo algo que aún destaca en muchas empresas, según resaltan autoridades y expertos en ciberseguridad, recoge la BBC.

La citada cadena británica entrevistó a Jin-su, uno de los miles de norcoreanos que se especula fueron enviados al extranjero, como China y Rusia, u otros países de África, así como otros continentes, para ser parte de esta siniestra operación. Su nombre fue cambiado para resguardar su identidad.

Jin-su durante varios años debió utilizar cientos de documentos con identidades falsas para trabajar de forma remota en el sector informático en empresas de Occidente.

Debió desempeñarse en varios trabajos, los cuales se extendían desde Europa hasta Estados Unidos (EEUU). Esto le permitía un salario de unos US$5.000. Pero algunos de sus compañeros obtenían más, aseguró.

“Lo aceptamos como nuestro destino”

Los informáticos que han sido enviados al extranjero por la hermética Corea del Norte son vigilados de cerca. Pocos han podido hablar con medios de comunicación. Pese a esto, según la propia BBC, Jin-su logró dar un amplio testimonio que muestra parte del panorama de quienes trabajan en esta red y cómo funcionan.

Según contó, el 85% de su salario se lo enviaba al régimen de Kim Jong-un. “Sabemos que es como un robo, pero lo aceptamos como nuestro destino”, afirma. A esto añade que “sigue siendo mucho mejor que cuando estábamos en Corea del Norte”.

Él y sus compañeros a menudo trabajaban en equipos de 10 personas. El acceso a internet en Corea del Norte es muy limitado, por lo que trabajar en el extranjero les permite operar con facilidad.

El hecho de ocultar su identidad no solo recae en que se obtiene más dinero haciéndose pasar por personas de occidente, sino que también por las diversas sanciones internacionales impuestas sobre Corea del Norte (y sea por el programa nuclear de Kim Jong-un, así como por el de misiles balísticos).

En ello pasaba gran parte de su tiempo Jin-su, consiguiendo identidades que pudiera suplantar o falsificar para obtener trabajo. Para esto, primero se hacía pasar por chino, después contactaba con personas de otros países para pedirles prestada su identidad. A cambio les ofrecía un porcentaje de lo que ganara.

“Si pones una ‘cara asiática’ en tu perfil, nunca conseguirás un trabajo”, aseveró.

cómo Corea del Norte recauda fondos mediante empresas occidentales
Es muy probable que el candidato de la izquierda usara algún tipo de filtro o de inteligencia artificial, según la empresa Get Real Security | BBC

El cofundador de Ally Security en EEUU, Rob Henley, estuvo contratando hace poco a gente para una serie de puestos vacantes remotos en su empresa. Supone que entrevistó a unos 30 informáticos norcoreanos durante el proceso.

“En cierto modo, al principio era como un juego intentar averiguar quién era real y quién era falso, pero enseguida se volvió bastante molesto”, asevera.

Por ello, decidió pedirle a los candidatos que demostraran en videollamada la luz de día del lugar donde se encontraban.

“Estábamos contratando solo candidatos de Estados Unidos para estos puestos. Debía haber luz fuera, pero nunca la vi“, afirma.

Cabe precisar que este plan es independiente de los planes de piratería informática que maneja Corea del Norte, otra red mediante la cual el régimen recauda fondos. A inicios de este año, el Grupo Lazarus -agrupación de hackers que autoridades occidentales aseguran trabaja para Corea del Norte, pese a que no lo ha reconocido- robó unos US$1.500 millones a la empresa de criptomonedas Bybit.

“Gente del Reino Unido me pasaba su identidad muy fácilmente

Posteriormente, Jin-su usaba esas identidades que tomaba prestadas para acercarse a personas de Europa occidental. Procedía a lo mismo, pedírselas para luego usarlas solicitando trabajo en EEUU y otros países de Europa. Con quienes tenía mayor éxito era con británicos.

“Con un poco de charla, la gente en el Reino Unido me pasaba su identidad muy fácilmente“, aseguró.

Los trabajadores que manejan mejor inglés suelen encargarse de postular a los trabajos. No obstante, en muchas ocasiones las páginas web no piden entrevistas presenciales necesariamente, mientras que las interacciones cotidianas se dan mediante plataformas como Slack. Eso facilita suplantar a otra persona, consigna el citado medio.

Él se centraba en conseguir trabajo en el mercado estadounidense ya que “los salarios son más altos”. Incluso, destacó que hay tantos informáticos norcoreanos encontrando trabajo que, “ocurre mucho” que las empresas contratan sin saber a más de uno.

En su mayoría, quienes trabajan bajo dicha red están en busca de un sueldo fijo (que es enviado al régimen). Pero hay trabajadores que robado información o hackeado a sus empleadores para después exigir un rescate.

En 2024, un tribunal de EEUU acusó a 14 norcoreanos de obtener US$88 millones mediante trabajo encubierto y extorsionando a empresas estadounidenses durante unos 6 años.

Y otros cuatro norcoreanos fueron acusados en julio de este año por presuntamente utilizar identificaciones fraudulentas para así poder trabajar de manera remota en informática para una empresa de criptomonedas en EEUU.

Pero no es nuevo que Corea del Norte envíe a sus trabajadores al extranjero para obtener financiamiento. Informes cifran hasta en 100.000 las personas que trabajan en fábricas o restaurantes extranjeras, principalmente en China y Rusia.

Jin-su vivió varios años en China -según contó-, pero en él se acrecentó una “sensación de confinamiento” a causa de las opresivas condiciones laborales. “No nos dejaban salir y teníamos que permanecer en casa todo el tiempo. (…) No puedes hacer ejercicio, no puedes hacer lo que quieras”.

Los norcoreanos informáticos han podido acceder a medios de comunicación occidentales una vez que están en el extranjero, dándole otra perspectiva del mundo. “Ves el mundo real. Cuando estamos en el extranjero, nos damos cuenta de que algo está mal en Corea del Norte”, afirma Jin-su.

Pese a ello, el desertor del régimen de Kim Jong-un reconoce que pocos de sus compañeros piensan en huir como él. “Simplemente cogen el dinero y vuelven a casa, muy pocos piensan en desertar”.

Actualmente sigue trabajando como informático. No tiene varios empleos como cuando tenía documentos falsos. Gana menos que cuando trabajaba para Corea del Norte. Sin embargo, ahora puede quedarse con una mayor cantidad de sus ingresos, es decir, se embolsa más dinero.

“Me había acostumbrado a ganar dinero haciendo cosas ilegales. Pero ahora trabajo duro y gano el dinero que me merezco“, resalta.

Corea del Norte y una mujer con ‘granja de laptops’

La semana pasada, una mujer de Arizona fue condenada a 102 meses de prisión (8 años y 6 meses) por haber participado en un esquema de fraude que permitió a trabajadores de Corea del Norte obtener empleos remotos en más de 300 empresas estadounidenses, haciéndose pasar por ciudadanos de Estados Unidos.

La acusada de 50 años, que reside en EEUU, se declaró culpable en febrero de este año de conspiración para cometer fraude electrónico, robo de identidad agravado y lavado de dinero.

El Departamento de Justicia informó que la mujer facilitó la contratación de trabajadores norcoreanos en 309 empresas estadounidenses, entre ellas una de las cinco principales cadenas de televisión, una firma tecnológica de Silicon Valley, un fabricante aeroespacial, una automotriz nacional, una tienda de lujo y una compañía de medios y entretenimiento con sede en EEUU.

Cabe mencionar que según el informe, los trabajadores norcoreanos también intentaron conseguir empleo en dos agencias gubernamentales estadounidenses diferentes, aunque sus esfuerzos generalmente fueron infructuosos.

Para dar la apariencia de que los trabajadores se encontraban físicamente en Estados Unidos, la mujer mantenía en su casa una ‘granja de laptops’, donde operaban los dispositivos enviados por las empresas a los supuestos empleados.

Además, recibía pagos y sueldos a través de sus cuentas bancarias y luego transfería el dinero a personas fuera del país, incluyendo a Corea del Norte.