Tres de los principales grupos étnicos armados de Birmania (Myanmar) lanzaron este martes un ultimátum a la junta militar al amenazar con anular su acuerdo de alto el fuego si continúa la matanza indiscriminada de manifestantes, con más de 500 muertos según los últimos datos.
El Ejército de Arakan (AA), el Ejército de Liberación Nacional Taang y el Ejército de la Alianza Democrática Nacional de Myanmar firmaron un comunicado conjunto en el que advirtieron al Ejército birmano de que si no detiene sus acciones violentas y satisface las demandas de la población, colaborará con los disidentes en las protestas de la llamada “Revolución de la primavera”.
“Estoy encantado y agradecido con nuestros hermanos y hermanas (…) por mostrar una vez más un liderazgo fuerte contra este régimen brutal e ilegítimo de Birmania”, afirmó en Twitter respecto de estos grupos guerrilleros Dr. Sasa, que actúa como portavoz del autodenomino “gobierno legítimo” formado por un puñado de diputados electos.
Este grupo de parlamentarios que forman el Comité de Representantes de la Asamblea de la Unión (CRPH) había pedido hace dos semanas a los grupos étnicos armados del país “unir fuerzas” contra la junta militar.
Prevenir una guerra civil
Sasa advirtió de que “para prevenir una guerra civil total y días, semanas y meses sangrientos”, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas debe activar el principio de la responsabilidad de proteger (Abreviado R2P en inglés) para garantizar la integridad de su población.
Además, reclamó que se declare a la junta militar como organización terrorista, que se corten todos sus accesos a bienes financieros y armas y que se juzgue a los generales de la junta en la Corte Penal Internacional de La Haya.
La advertencia de los grupos guerrilleros se produce tras el fin de semana más sangriento hasta el momento, que ha llevado la cifra de muertos a 510, según las estadísticas publicadas hoy por la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos de Birmania (AAPP).
Huelgas de basura
Los últimos incidentes violentos ocurrieron anoche en el distrito de Dagon Sur de Rangún, donde medios locales y vecinos informan de una brutal represión de los uniformados la noche del lunes en el distrito de Dagon Sur, en la antigua capital, aunque todavía no hay un número claro de víctimas.
A pesar de la incesante represión, las protestas continuaron este martes en varios puntos del país con “huelgas de basura”, en que los manifestantes pidieron a los vecinos que arrojaran su basura a la calzada en algunas calles céntricas de Rangún.
A la represión urbana sobre las protestas se ha sumado en los últimos días el bombardeo aéreo de la región controlada por la guerrilla de la etnia karen, cerca de la frontera con Tailandia, adonde han huido miles de personas por miedo a los ataques.
Los militares birmanos justifican el golpe de Estado por un supuesto fraude en las elecciones del pasado noviembre, en las que arrasó y revalidó su poder el partido de Suu Kyi, con el aval de los observadores internacionales.