Al menos 16 muertos han dejado los enfrentamientos entre Armenia y Azerbaiyán durante los últimos 4 días, configurando el mayor recrudecimiento en el conflicto en lo últimos 4 años.

Estas dos antiguas repúblicas soviéticas han estado en conflicto en torno a la región separatista de Nagorno Karabaj en Azerbaiyán, un territorio de mayoría armenia que se separó, con el apoyo de Ereván, a principios del decenio de 1990, desencadenando un conflicto que causó unos 30.000 muertos.

Desde 1994 está en vigor un precario cese del fuego, que ambos países se acusan mutuamente de haber vulnerado. En 2016, los enfrentamientos armados casi degeneraron en una guerra abierta.

Acusaciones cruzadas

Según detalla El País, la noche de este martes cientos de personas protestaron en Bakú, capital de Azerbaiyán, con consignas contra Armenia tras los enfrentamientos.

Desde este domingo se han visto arremetidas de artillería pesada que mataron un civil y 11 militares azerbaiyanos, incluyendo a dos oficiales de alto rango confirmados por Bakú. Armenia, tras dos días de silencio, confirmó 4 soldados muertos. Ambos bandos acumulan un número indeterminado de heridos.

Los incidentes ocurrieron entre las ciudades azerbayanas de Tovuz y Gazakh y la zona armenia de Tavush, a 280 kilómetros al norte del enclave.

Además, Armenia acusa a su rival de lanzar un ataque con drones contra infraestructura civil en la ciudad de Berd, siendo derribada una de las aeronaves no pilotadas, y de instalar artillería a la vez que usan civiles como escudo. Asimismo, denuncia haber sido víctima de ciberataques en sus sitios web.

A nivel internacional, Turquía se alineó contra Armenia, acusando imprudencia y asegurando que sus acciones son “deliberadas”, mientras que Rusia, aliado con Armenia, pidió contención. Según el medio español, analistas temen que estos dos países se vean involucrados en una eventual escalada del conflicto.

Medidas punitivas

Ambos bandos se han negado a asumir la responsabilidad de los enfrentamientos. Este martes, por tercer día consecutivo, el ministerio de Defensa de Azerbaiyán acusó a Armenia de haber pasado a la ofensiva con artillería, morteros y ametralladoras pesadas.

El viceministro Karim Valiev saludó en televisión la “heroica muerte” el martes de un general, un coronel y cinco soldados, constató la Agence France-Presse.

Ese ministerio también informó que había adoptado “medidas punitivas” contra las fuerzas armenias, que resultaron en la destrucción de equipos y sistemas de armamentos, así como en la pérdida de vidas del adversario.

Armenia, por su parte, acusó a las fuerzas rivales de haber atacado “con artillería, tanques y vehículos aéreos no tripulados”, según Chuchane Stepanian, portavoz del ministerio de Defensa.

Se informó que se habían atacado infraestructuras civiles en la ciudad de Berd, cerca de la frontera.

Mediación internacional

Estos combates han llevado en los últimos días a Rusia, Estados Unidos y a la Unión Europea a pedir el cese del fuego, mientras que Turquía, enemigo de larga data de Armenia, ha prestado su apoyo a su aliado Bakú.

El Kremlin, uno de los mediadores del conflicto de Nagorno Karabaj, llamó a Azerbaiyán y a Armenia “a la moderación”.

Una guerra abierta entre Bakú y Ereván podría desestabilizar toda la región del Cáucaso, donde Moscú y Ankara tienen intereses contrapuestos.

Esta reciente escalada de tensiones se produce poco después que el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliev, amenazó con abandonar las conversaciones de paz sobre Nagorno Karabaj, considerando que su país tenía derecho a buscar “una solución militar”.

Los gastos militares de Azerbaiyán, potencia petrolera, son superiores a la totalidad del presupuesto de Armenia. Pero Ereván pertenece a una alianza político militar dirigida por Moscú, la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva.

Este conflicto es objeto desde 1992 de una mediación ruso-estadounidense-francesa.