China advirtió el domingo que sus relaciones con Estados Unidos están “al borde de una nueva Guerra Fría”, tensadas todavía más debido a la pandemia de Covid-19.

“Algunas fuerzas políticas de Estados Unidos están tomando como rehén las relaciones entre China y Estados Unidos y empujando a nuestros dos países al borde de una nueva Guerra Fría”, dijo a los periodistas el canciller Wang Yi.

Las ásperas relaciones entre las dos potencias en torno al comercio, los derechos humanos y otras cuestiones se han exacerbado con la pandemia del nuevo coronavirus.

No obstante, Wang no identificó a qué “fuerzas” se refería.

En estas últimas semanas, el presidente estadounidense Donald Trump ha acusado en múltiples ocasiones a las autoridades chinas de haber tardado demasiado en comunicar datos cruciales sobre la gravedad del virus, detectado en la ciudad china de Wuhan y que ya ha causado más de 330.000 muertes en el mundo.

“Además de la devastación causada por el nuevo coronavirus, un virus político se propaga en Estados Unidos”, dijo el canciller.

“Este virus político aprovecha todas las ocasiones para atacar y difamar a China”, insistió.

Sin embargo, el ministro aseguró que China está “abierta” a una cooperación internacional para identificar el origen del letal virus.

Esta cooperación debe ser “profesional, justa y constructiva” y sin “injerencia política”, subrayó el responsable.

En estas últimas semanas, el presidente Trump, ha acusado en múltiples ocasiones a las autoridades chinas de haber tardado demasiado en comunicar datos cruciales sobre la gravedad de la enfermedad.

Estados Unidos es de lejos el país más azotado por el Covid-19, con 1,6 millones de casos y 97.048 muertos (+1.127 en las últimas 24 horas).

No obstante, el Estado de Nueva York, foco de la epidemia, registró en las últimas 24 horas 84 muertes, la cifra más baja desde el 24 de marzo, anunció el gobernador, Andrew Cuomo.

Trump, que quiere flexibilizar el confinamiento y reactivar la economía, hizo el sábado un gesto para marcar una vuelta a la normalidad y se fue a jugar el golf a su club en Virginia, cerca de Washington, por primera vez desde el 8 de marzo.