Argentina cerró la inscripción de alianzas electorales de cara a los comicios presidenciales que se celebrarán este año, lo que ha despertado febriles disputas internas, tanto en la coalición oficialista (peronista) como la de la oposición (centroderecha).

Según el calendario electoral, las alianzas pactadas entre las diferentes agrupaciones políticas han de inscribirse diez días antes de oficializar a los precandidatos presidenciales -el próximo 24 de junio- y sesenta días antes de las elecciones primarias, que se celebrarán el 13 de agosto y que definirán a los candidatos presidenciales definitivos que se votarán el 22 de octubre.

Tanto el oficialismo como la oposición negocian hasta último momento qué partidos incluir o excluir de las coaliciones y hasta la necesidad de cambiar los nombres usados en las últimas elecciones presidenciales, en 2019.

Las dos principales son el Frente de Todos, que devolvió al peronismo al poder, y Juntos por el Cambio, marca con la que el expresidente Mauricio Macri (2015-2019) no pudo acceder hace cuatro años a la reelección.

Si bien hay plazo hasta el último minuto de este miércoles para anunciar posibles nuevas alianzas, no se espera que haya grandes cambios con respecto a las coaliciones conformadas para los comicios de 2019.

DIFERENCIARSE

En el oficialismo, el presidente Alberto Fernández desistió de ir por la reelección, en tanto su vicepresidenta, Cristina Fernández, que fue mandataria entre 2007 y 2015, declinó a presentarse para un tercer mandato con el argumento de que está “proscripta” por la Justicia debido a la condena por corrupción en primera instancia recibida en diciembre de 2022.

Las diferencias en el seno del Ejecutivo se reflejan en que Fernández defiende que el peronismo elija a su candidato a presidente a través de las primarias abiertas, mientras los seguidores de Fernández buscan que la expresidenta designe a un candidato al que le traslade su caudal político de un 25 a 30% de los votos, y que este sea el único en llegar a las primarias por parte del oficialismo.

Cerca de Fernández, el líder de la tercera fuerza de la coalición oficialista (Frente Renovador) y ministro de Economía, Sergio Massa, ha presionado para ser el único precandidato a presidente por el Frente de Todos, pese a la vulnerabilidad de la economía argentina, con una inflación superior al 108%, y evitar así las primarias, por ejemplo, contra el ministro del Interior, Eduardo ´Wado´ de Pedro.

Próximo a Fernández, el embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli -ex candidato a presidente peronista en 2015, exvicepresidente (2003-2007) y exgobernador de la provincia de Buenos Aires- insiste en presentarse y tratar de evitar que le boicoteen su candidatura.

El oficialismo teme una derrota en las presidenciales -debido a la crisis económica-, al punto que decidió cambiar el nombre de la coalición para no ser identificado con esa gestión, y buscar la mejor estrategia para entrar en una eventual segunda vuelta el 19 de noviembre.

La alianza, que hasta ayer se denominaba Frente de Todos y está integrada mayoritariamente por diversas corrientes del peronismo, pasó a llamarse el miércoles Unión por la Patria (UP).

“Cristina se diferencia de mi gobierno y escribe cartas y saca tuits, y está bien. Esas cosas no me molestan porque finalmente dejan en evidencia que está viva la política”, dijo Fernández al podcast Oligarcas de la Nada.

DOS VISIONES DISTINTAS

En la coalición opositora, las luchas internas han sido tan encarnizadas que pasó de tener casi garantizada la próxima presidencia, según las encuestas, a dejar de crecer en los sondeos.

Las líneas internas son las identificadas por el precandidato a presidente y alcalde de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, y la exministra de Seguridad, Patricia Bullrich, apoyada por Macri.

Rodríguez Larreta intentó pocos días antes del cierre de las alianzas incluir en la coalición a un grupo de peronistas no kirchneristas, encabezado por el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, como parte de su estrategia para que Juntos por el Cambio se amplíe y gobernar por consenso.

Debido al rechazo de Bullrich, quien con un estilo más frontal busca hacer “un cambio profundo”, Schiaretti anota una alianza por separado, Hacemos por Nuestro País.

Juntos por el Cambio sí incorporó al diputado del partido Avanza Libertad, José Luis Espert.

POR AFUERA

La alianza que movió el avispero electoral es La Libertad Avanza, de la derecha más dura, cuyo líder Javier Milei con su discurso en contra de la “casta política” le disputa votos a las dos principales coaliciones, al punto de alcanzar de un cuarto a un tercio de los votos, según las encuestas.

Muy por detrás, la izquierda definirá su candidato presidencial en las primarias dentro del Frente de Izquierda-Unidad, que incluye cuatro partidos que compiten en dos listas por separado.