“Fue diplomacia no convencional en un contexto no convencional”, evaluó el ahora exrepresentante del ‘gobierno interino’ de Juan Guaidó en Chile, Carlos Millán, tras el cierre de su oficina en territorio nacional por parte de la mesa directiva del “Congreso paralelo” controlado por la oposición.

Además, expresó que el mayor obstáculo que se encontró durante este período fue “la persecución política que vivió mi familia”.

Con la salida de Guaidó del interinato -que llegó a conseguir amplio apoyo en la comunidad internacional- asumió Dinorah Figuera, cuya nueva administración eliminó este lunes 55 de las 60 embajadas que mantenían en el extranjero, aludiendo a motivos de presupuesto y reorganización.

Según detalló el mismo Millán en conversación con BioBioChile, las pocas embajadas que quedarán abiertas serán aquellas que consiguieron reconocimiento oficial en sus respectivos países, cosa que no ocurrió en Chile. Sin embargo, Figuera acotó en su anuncio que en otros países con intereses en el área migratoria se mantendrán representantes ‘ad honorem’.

Una de las oficinas eliminadas fue la que existía en Chile, primero encabezada por Guarequena Gutiérrez en 2019 y luego, desde 2020, por Millán, quien relata que llegó a territorio nacional por motivos “similares a los de la gran mayoría de los venezolanos que hoy residen en este país: venimos de una nación donde los derechos a la vida, seguridad, alimentación, salud, educación, entre otros, han sido arrebatados por un régimen que viola sistemáticamente los derechos mínimos de dignidad que requiere cualquier ciudadano y en el caso de quienes hemos ejercido responsabilidades políticas debes sumarle el constante riesgo de persecución e incluso de muerte”.

Al respecto, el diplomático hizo un repaso de su tiempo a cargo de la oficina, manifestando que fue una “experiencia llena de luces y sombras”.

“Pude conocer venezolanos que hoy destacan desde distintos espacios y dejan importantes aportes a Chile como también otros en situación de extrema vulnerabilidad”, retrató el dirigente, explicando que “ante esta realidad logramos visibilizar ante autoridades gubernamentales y cuerpo diplomático la crisis multidimensional qué transita Venezuela y defendimos como siempre los valores de la democracia”.

Así, destacó que lo enfrentado por la oficina “fue diplomacia no convencional en un contexto no convencional, representación de un parlamento en medio de una pandemia”.

Según relató, la instancia se enfocó prioritariamente en asuntos migratorios con activistas y autoridades, indicando que incluso visitando “el norte de Chile en momentos álgidos de crisis para informar a organismos multilaterales y embajadas de lo que sucedía en la frontera y logramos alianzas estratégicas con ONG que apoyan constantemente a las personas migrantes en diferentes ámbitos especialmente en el formativo”.

En otras áreas, también “colaboramos con comunidades deportivas incentivando nuestro deporte favorito, el béisbol, logramos alianzas en defensa de las diversidades sexuales, y colaboramos en darle visibilidad a artistas venezolanos, también trabajamos con partidos políticos y exiliados venezolanos”, explicó.

Meses de inactividad

Para el momento en que el representante confirmó el cierre de la representación en Chile, las redes sociales de la oficina ya llevaba desde el 8 de marzo de 2022 sin actividad en sus redes sociales y en su sitio web. Tal silencio tenía una razón de ser.

“El tema del cierre de las representaciones del Gobierno Interino ha estado en discusión desde hace algunos meses, por ese motivo decidimos esperar la decisión de la Asamblea Nacional sobre esta materia para diseñar las próximas líneas comunicacionales”, explica Millán.

Pese a la culminación de su misión, considera que se lograron avances, especialmente relacionados con “haber colaborado a fortalecer el tejido social venezolano en Chile”, pero cierra la etapa insatisfecho con que “no se ha logrado aún el restablecimiento de la democracia en nuestro país y por ende no se han cambiado las condiciones de vida de las personas que viven en Venezuela”.

Pero el ‘gobierno interino’ de Guaidó no cierra sin polémicas, viéndose particularmente cuestionada la opacidad de sus finanzas, por cuanto nadie sabe cuánto dinero manejó ni en qué lo gastó.

En cuatro años de funcionamiento de la “presidencia interina”, Guaidó solo ofreció una rendición de cuentas, en septiembre de 2022, con un repaso sobre la gestión de 2020 y 2021, a pesar de que la Constitución, que dijo defender, establece que este procedimiento debe efectuarse a principios de cada año.

Al respecto, Millán considera escuetamente que “debe haber siempre transparencia administrativa y la Asamblea Nacional tiene que seguir trabajando en ello”.