"Fue algo que nunca imaginé ver. Es depredación, vandalismo, caos y destrucción", manifestó el ministro de la Secretaría de Comunicación del Gobierno y también diputado federal, Paulo Pimenta.

Ayer domingo, golpistas brasileños simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro asaltaron edificios de los tres poderes del Estado de Brasil, buscando derrocar al actual mandatario, Lula da Silva.

Su paso dejó obras de arte en el suelo, ventanales rotos, equipos y muebles destruidos en las sedes del Parlamento, la Presidencia y la Corte Suprema en Brasilia.

“Fue algo que nunca imaginé ver. Es depredación, vandalismo, caos y destrucción”, manifestó en un video con las imágenes de los recintos invadidos el ministro de la Secretaría de Comunicación del Gobierno, Paulo Pimenta.

El segundo piso del Palacio do Planalto fue totalmente destruido y la turba llegó hasta el pasillo que conduce al despacho del presidente, en el tercero.

Fuentes de la Presidencia, sin embargo, indicaron a EFE que la sala del gobernante no fue invadida por los simpatizantes de Bolsonaro, que no aceptan la derrota en las urnas del 30 de octubre y piden un golpe de Estado de los militares.

No obstante, la sala de la primera dama, Rosângela “Janja” da Silva, fue destruida, como registraron fotografías exhibidas por medios locales.

Gobierno de Brasil por bolsonaristas del asalto: “Son antisociales que tienen que ser tratados como criminales”

“Esto es una cosa criminal. Son obras de arte, caos y caos. Es increíble lo que pasó aquí en el Palacio. Miren el estado de las salas. Son antisociales que tienen que ser tratados como criminales porque lo hicieron contra la democracia y Brasil”, afirmó Pimenta.

La invasión comenzó en el Congreso, cuando cientos de bolsonaristas burlaron el bloqueo de seguridad e irrumpieron en la sede del Legislativo, destruyendo incluso el Salón Noble del recinto.

Sillas, mesas, impresoras, cuadros, televisores quebrados y pedazos de equipos y muebles quedaron esparcidos en las afueras y pasillos del Congreso.

“No podemos aceptar la impunidad y aquellos que desprecian la democracia tendrán que ser responsabilizados criminalmente”, aseveró Pimenta, también diputado federal.

La fachada del Ministerio de Justicia tampoco escapó a los actos violentos antidemocráticos y algunos artículos exhibidos en las recepciones de los edificios públicos fueron saqueados por los invasores.

Las banderas de los 27 estados, que decoran uno de los pasillos del Congreso, fueron llevadas por los manifestantes, que en su paso destruyeron las salas del primer piso ocupadas por algunos de los parlamentarios.

Cerca de 200 personas, según el ministro de Justicia, Flavio Dino, fueron detenidas por las autoridades y deberán responder ante la justicia por los actos violentos de invasión y depredación de bienes públicos.