La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, anunció que en junio se presentarán los resultados del peritaje realizado por una empresa noruega sobre las causas del accidente de la línea 12 del metro.

“Ellos inician ya el proceso y lo que nos han dicho es que en cinco semanas, más o menos, tendrán un primer resultado”, dijo Sheinbaum.

Sheinbaum prometió que se sabrá “toda la verdad” y que se va a “sancionar a los responsables”.

Después de la tragedia del 3 de mayo, la alcaldesa encargó a la compañía noruega DNV una investigación sobre las causas del accidente. Al Colegio de Ingenieros Civiles de México ordenó una revisión exhaustiva del estado de la línea 12 y de otras líneas del metro.

Luis Rojas, presidente del Colegio de Ingenieros, informó que 37 brigadas de especialistas revisaron 10,5 kilómetros del tramo elevado de la línea. Por ahora, no han encontrado ningún riesgo que deba atenderse de manera inmediata.

“Ya llevamos el 89 % discrecionado y hasta el momento no se ha encontrado nada relevante”,
dijo.

Informe de vulnerabilidades

El Colegio de Ingenieros, con la participación de distintas universidades, presentará un primer informe de vulnerabilidades el 10 de septiembre y un informe de seguridad estructural, que incluirá pruebas de materiales y pruebas de carga, el 10 de noviembre.

También harán revisiones de los tramos elevados de las líneas 4, 9 y B.

“Lo que vamos a hacer es de una manera muy profesional, con evidencias. Lo más importante es la seguridad estructural de los distintos viaductos del metro”, expresó la alcaldesa.

La tragedia ocurrió el 3 de mayo por la noche, cuando cedió una viga de un puente elevado de la línea 12, entre la estaciones Olivos y Tezonco, en el sureste de la capital, provocando la caída de un tren con pasajeros que quedó encallado en forma de “V”.

Durante muchas horas, familiares de las víctimas tuvieron que emprender un largo peregrinaje por las ruinas y por los hospitales de la zona hasta encontrar a sus seres queridos en la morgue de la Fiscalía.

La llamada línea dorada fue inaugurada en 2012 por el entonces alcalde y actual canciller, Marcelo Ebrard, para conectar los barrios populares del sur con el centro de la capital.

Cada día la usaban 220.000 pasajeros, pero estuvo rodeada de polémica desde el principio, puesto que costó más de lo previsto, su servicio tuvo que suspenderse entre 2014 y 2015 por numerosas fallas y vecinos habían denunciado daños en la estructura tras el terremoto de 2017.