Dos fallos de la Corte Suprema de Brasil sobre la pandemia han puesto al tribunal en rumbo de colisión con el presidente Jair Bolsonaro.

El mandatario este viernes acusó a la Justicia de sumarse al “activismo político” contra su Gobierno.

Una de las decisiones respaldó la inclusión de iglesias entre los “servicios no esenciales” que pueden ser cerrados temporalmente. Por otra parte, ordenó al Senado abrir una investigación sobre supuestas omisiones del Gobierno en el combate a la covid-19.

En el primer caso, fue afectada directamente a las iglesias evangelistas que pretendían mantener sus cultos presenciales.

En el segundo, la decisión supone que el Senado deberá instalar una comisión para investigar la crisis sanitaria. Esto, con poderes de convocar ministros y autoridades a prestar explicaciones sobre una gestión que grupos de oposición llegan a calificar de “genocida”.

Las sentencias reavivan un conflicto de poderes y que tuvo su peor momento en mayo del año pasado. En la instancia, Bolsonaro alentó a sus partidarios a promover manifestaciones en la que se pedía una “intervención militar” para cerrar el tribunal constitucional y el Parlamento.

El bolsonarismo tomó las calles para protestar por las medidas restrictivas que gobernadores y alcaldes adoptaron para intentar atajar al virus.

La dura reacción de Bolsonaro

El mandatario respondió la decisión del magistrado Luis Barroso, que atendió una demanda de 32 senadores que pretendían instalar la comisión investigadora. Pese a cumplir con todos los requisitos legales, se negó por el jefe de la Cámara Alta, Rodrigo Pacheco.

Pacheco, tras el fallo de Barroso, dijo que aún cuando considera que la decisión está “equivocada”, se cumplirá. Agregó que la comisión será instalada la semana próxima, pese al riesgo político que ello implica para el Gobierno.

Bolsonaro condenó que esa comisión no sea “para investigar desvíos de recursos de gobernadores”. Por el contrario -según el mandatario- es para “investigar omisiones del Gobierno” que en su opinión, no existen.

También acusó a Barroso de querer “desgastar al Gobierno”. Sostuvo que el juez no tiene “coraje moral” para ordenar que tramiten en el Senado diversos pedidos de destitución contra cuatro de los once miembros del Supremo.

La investigación parlamentaria puede poner en serios aprietos al Gobierno.
Se apuntará a esclarecer denuncias sobre la gestión de la pandemia, que van desde insuficientes compras de material médico y oxígeno hasta el uso en la red sanitaria pública de medicinas de dudoso efecto contra la covid promovidas por Bolsonaro.

Esos asuntos ya son investigados por los tribunales, pero la comisión los examinará desde un punto de vista político, que puede servir de caja de resonancia y arañar más la imagen del presidente, cuya popularidad está en caída precisamente por la forma en que ha enfrentado la pandemia.