En 2020 Argentina decidió enfrentar la pandemia del covid-19 con un duro y largo confinamiento orientado a evitar la saturación del sistema de salud. Pero ahora, ante la segunda ola, la fragilidad de la economía dificulta la aplicación de medidas drásticas.

Con una curva ascendente de contagios en las últimas dos semanas, que ya ubica a Argentina entre los 10 países con mayor número de nuevas infecciones diarias, el gobierno del presidente Alberto Fernández aplicará nuevas restricciones a partir de la medianoche de este jueves.

La principal es un toque de queda nocturno, que algunos especialistas consideran insuficiente para frenar la expansión de la enfermedad.

“Las medidas son muy leves. Estamos en la segunda ola y tendríamos que tomar medidas más profundas en pos de la salud. Entiendo la presión de la economía y que su motor es el trabajo, pero eso hace que aumenten los contagios”, dijo a la AFP Alicia Cámara, experta en coronavirus de la Universidad de Córdoba.

También se restringirá el uso del transporte público, se limitarán las reuniones, y se cerrarán discotecas, salones de fiestas y lugares de juego.

Fernández, de 62 años y quien se encuentra en aislamiento por haberse contagiado de covid-19 pese a estar vacunado, dispuso el año pasado ayudas y subsidios a empresas y trabajadores para sostener el confinamiento.

“Menos mal que lo hice. Creo que salvamos decenas de miles de vidas”, expresó el gobernante.

Sin embargo, ahora esos subsidios no están planteados en una Argentina que acumula ya tres años de recesión y cuyo Producto Interno Bruto se contrajo 9,9% en 2020, una de las peores marcas en la región.

Además, en octubre se debe celebrar una elección parlamentaria de medio término, en la cual el oficialismo aspira a mantener la mayoría en el Congreso.

“El gobierno no presupuestó una ayuda social este año como lo hizo el año pasado. El gobierno trata de ser prudente con las restricciones porque la economía tiene un impacto sobre la decisión de voto y el gobierno necesita una elección digna que le dé legitimidad para los dos siguientes años” de mandato, explicó a la AFP el analista Carlos Fara.

“Reacios a volver a casa”

La disyuntiva entre salud y economía está abierta.

Según Fernández, “le cuesta mucho a los gobiernos imponer mayores restricciones porque la gente no las cumple. La gente es muy reacia a volver a quedarse en sus casas. Hay mucha gente que necesita volver a trabajar. Es muy difícil contenerla”.

La pobreza alcanzó al 42% de la población y el desempleo llegó al 11% a fines de 2020. Este jueves, centenares de integrantes de organizaciones populares se manifestaron frente al ministerio de Desarrollo Social para exigir más ayudas.

“Estamos pidiendo un aumento. Somos esenciales, somos los que estamos pasando esta pandemia en los barrios, dándole de comer a los vecinos que se quedan sin trabajo”, dijo a la AFP Nahuel Orellana, uno de los manifestantes.

Para la mayoría de la población, la preocupación principal es la subsistencia del día a día. “En los grupos focales se ve que la pandemia preocupa en cuanto afecta al tema económico”, señaló Fara.

Sin embargo, los expertos dan por descontado que será necesario aplicar más cierres, como ha ocurrido en Europa y en países latinoamericanos como Chile, mientras avanza el lento proceso de vacunación.

“Primeras medidas”

“Las medidas van en el sentido correcto. Marcan un inicio, solo un inicio. En los próximos días el número de casos va a seguir incrementándose y la situación se va a complicar”, indicó a la AFP Jorge Geffner, inmunólogo del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas.

“Está planteado que en muchas regiones del país, particularmente en el área metropolitana de Buenos Aires, esto sea un primer paso y tengamos que avanzar sobre otras medidas”, añadió.

Según el experto, “si los casos evolucionan y no estamos hablando de 20.000 nuevos casos sino de 30.000 nuevos casos diarios es evidente que estas medidas significarán el primer escalón y habrá que restringir más aún”.

Con 23.683 nuevos casos, Argentina alcanzó el jueves un nuevo récord de contagios en un solo día. El país de 45 millones de habitantes acumula más de 2.473.000 casos desde comienzos de marzo 2020 y supera los 57.000 decesos por covid-19.

Aunque en los días recientes se ha acelerado el ritmo de vacunación, hasta este jueves solo 4.771.214 personas, poco más de 10% de la población, han recibido una primera dosis.

“Las vacunas no vienen a la velocidad esperada y la inmunización va a demorar un tiempo más. Por más que estemos hartos de la pandemia, la pandemia aún no ha pasado”, advirtió Cámara.