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Un femicidio ha enlutado Argentina en los últimos días. Se trata de la muerte de una mujer de 27 años, que tenía un embarazo de cinco meses, quien habría muerto por las lesiones que le provocó su pareja, un sujeto que era boxeador amateur.
La víctima fue identificada como Micaela Sabrina Zalazar, quien además era madre de dos niños, de cinco y tres años. El hecho ocurrió en un barrio de Buenos Aires conocido como 9 de Julio.
El presunto agresor fue identificado como Renzo Pencera (29), quien era boxeador amateur y había sido denunciado hace un año por la víctima, por reiterados hechos de violencia de género.
Debido a eso, el hombre había quedado con prohibición de acercarse a la joven y a los dos hijos que tenían en común.
Según detalló el diario argentino La Nación, Micaela Zalazar había asistido en compañía de Pencera a un hospital llamado Julio de Vedia, al cual llegó con una serie de lesiones.
En ese entonces, los médicos identificaron hemorragias internas, a lo que se sumaba que tenía el bazo destrozado, sangrado abdominal y el embarazo se había perdido. Por todo eso quedó internada en estado grave, en una unidad de terapia intensiva.
No obstante, la joven falleció el pasado domingo producto de las hemorragias. Por su parte, los médicos interpusieron una denuncia ante la policía contra Renzo Pencera.
El sujeto fue detenido horas más tarde en la casa de su madre, en el mismo barrio de 9 de julio. En ese momento se detectó que estaba portando el teléfono celular de la víctima.
Por su lado, la Fiscalía de Argentina detalló que la formalización de cargos se realizará en los próximos días, luego que se lleve a cabo la autopsia del cuerpo; no se descarta además que autoridades obtengan el testimonio del hijo mayor de la pareja.
Según datos de la policía, Zalazar había interpuesto la primera denuncia contra el sujeto en noviembre de 2019, mientras que la segunda fue llevada a cabo en marzo de este año, justo antes que iniciara la cuarentena general en Argentina por el coronavirus.
En ese entonces, las autoridades habían dispuesto que el hombre no pudiera acercarse a ella, lo que claramente no ocurrió.
