República Dominicana se preparaba este martes para enfrentar a Dorian, la tormenta tropical que según los expertos se convertirá en huracán a su paso por el país caribeño, previsto para la noche del miércoles.
La Oficina Nacional de Meteorología emitió este martes una alerta de condiciones de tormenta y huracán, que se suma a la situación especial declarada para la franja costera este, noreste y sur del país.
En la capital Santo Domingo, pobladores de los barrios más cercanos a la ribera del río Ozama, como La Ciénaga y Gualey, se alistaban para evacuar en caso de crecida.
“Estamos listos para irnos, porque aquí en cuanto llueve el río crece y esto se llena de agua. Pero tenemos miedo de dejar nuestras cosas, no tanto por el agua como por los delincuentes”, comentó Cornelia Díaz, residente de La Ciénaga.
Debido a la alerta, desde el amanecer del miércoles todas las embarcaciones deberán permanecer en puerto ante posibles vientos y marea alta.
Asimismo, el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) prohibió la asistencia a playas y ríos, así como los deportes acuáticos y las actividades recreativas en montañas.
El director del COE, general Juan Méndez, informó que los organismos que conforman el centro “se encuentran prestos a responder”, con sus planes de contingencia activados.
“Todos los refugios oficiales del Estado están ya disponibles”, aseguró a la Agence France-Presse el subdirector de operaciones del COE, coronel Edwin Olivares, agregando que se irán abriendo “en la medida en que las condiciones meteorológicas lo requieran, siguiendo el protocolo de evacuaciones preventivas”.
Este protocolo, que se activa tras la emisión de la alerta amarilla, incluye el traslado de residentes en zonas de riesgo a casas de familiares y amigos, centros comunitarios, clubes e iglesias, y escuelas en última instancia.
Por su parte, el vicepresidente de la Asociación Dominicana de la Industria Eléctrica (ADIE), Manuel Cabral, aseguró a la prensa que “las generadoras están preparadas para resistir el paso de la tormenta”.
