El Congreso del Perú recibirá el 4 de junio al presidente del Consejo de Ministros, Salvador del Solar, para debatir la moción de confianza a las reformas anticorrupción del gobierno, que de ser rechazada acarreará la disolución del legislativo, anunció el jueves su presidente, Daniel Salaverry.

“He tenido una reunión con el presidente del Consejo de Ministros, Salvador del Solar, y estoy convocando para la sesión del pleno del Congreso para el martes 4 de junio para dar trámite a esta cuestión (moción) de confianza solicitada por el gobierno”, dijo Salaverry a la prensa.

Del Solar acudió al Congreso para formalizar la moción de confianza y solicitar que se le fije fecha y hora para presentarse en el pleno.

“Consideramos que corresponde plantear una cuestión de confianza que nos permita saber si contamos o no con el respaldo del Congreso para sacar adelante los proyectos de ley que son parte del núcleo mínimo irrenunciable del paquete de reformas que presentamos el mes de abril y que la ciudadanía exige y reclama de nosotros”, dijo el ministro.

El presidente Martín Vizcarra señaló el miércoles que la moción de confianza se sustentará en la aprobación “sin vulnerar la esencia” de cinco proyectos de ley.

Estos son: cambio en la inmunidad parlamentaria, para que no se convierta en impunidad; las personas condenadas no podrán ser candidatos; cualquier ciudadano participará en la selección de candidatos de las organizaciones políticas, a través de elecciones primarias internas.

Asimismo, eliminar el voto preferencial y garantizar la participación política de las mujeres, con paridad y alternancia; y prohibir el uso de dinero sucio de las campañas electorales.

La moción de confianza es un mecanismo constitucional por el cual el Ejecutivo puede consultar al Congreso sobre el tema que estime conveniente.

En Perú, si se censura o niega el voto de confianza a dos gabinetes, el presidente puede proceder a disolver el Congreso.

En septiembre de 2017, el actual Congreso ya le negó la confianza a un gabinete por lo que una nuevo voto en contra provocaría que Vizcarra disuelva el Parlamento y convoque elecciones legislativas en un plazo de cuatro meses.