El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, defendió el decreto que presentó la semana pasada donde flexibiliza el porte de armas de fuego, permitiendo a una serie de oficios y/o profesiones transitar en la vía pública con una pistola.

La medida ha sido ampliamente cuestionada en Brasil, donde la oposición acudió a la Corte Suprema para que revise la legalidad del decreto.

El domingo en entrevista con radio Bandeirantes, Bolsonaro defendió el decreto, argumentando que era una petición popular ante la delincuencia y una de las bases de sus campaña electoral.

“Yo , por ejemplo, como hombre tengo que defender a mi mujer y si un hombre entra en mi casa (…), ahí hay que meter bala”,
sostuvo Bolsonaro, consignó el portal Infobae.

En la misma línea, el mandatario indicó que “si alguien entra en su casa hay que descargar en él”.

El decreto autoriza a los propietarios de armas con licencia a comprar hasta 5.000 municiones por año, dependiendo del tipo de arma, un gran salto en relación al límite anterior de apenas 50, así como poseer hasta cuatro armas de fuego, según el centro de análisis Instituto Igarape en Río de Janeiro.

Bolsonaro, cuya dura retórica sobre la delincuencia lo ayudó a salir electo el año pasado, ha hecho campaña durante mucho tiempo a favor de permitir que las personas porten armas en las calles.
Pero eso requiere el aval del Congreso para cambiar la ley.

Los críticos argumentan que su decreto viola la Constitución porque crea una nueva ley, en lugar de modificar una existente.