El gobierno de Venezuela tomó la decisión de suspender la jornada laboral y las clases para este viernes, debido al apagón eléctrico que afecta desde la noche del jueves a gran parte del país, en un nuevo episodio de la crisis económica que vive esta nación.

La decisión fue comunicada por la vicepresidenta, Delcy Rodríguez, que a través de su cuenta de Twitter indicó que la determinación se tomó para trabajar en la recuperación del servicio eléctrico.

“El presidente Nicolás Maduro ha suspendido las clases y jornadas laborales el día de hoy, en aras de facilitar los trabajos y esfuerzos para la recuperación del servicio eléctrico en el país, víctima de la guerra eléctrica imperial. ¡Unidos los venezolanos venceremos! Los golpistas no pasarán”, agregó.

La corriente se cortó en Caracas a las 16:50 locales (19:50 de Chile), provocando el colapso del tráfico debido al desalojo del metro y fallas con los semáforos. Mareas de personas caminaron varios kilómetros tras salir de sus trabajos.

El apagón afectó también al aeropuerto internacional Simón Bolívar, según reportes de viajeros en las redes sociales.

De acuerdo con reportes de la prensa local, el apagón afecta prácticamente a toda Venezuela, con cortes en 23 de los 24 estados y en la capital. A la vez, fallan las líneas telefónicas y la internet.

“Un desastre”

La tarde del jueves la red telefónica y el metro de la capital interrumpieron los servicios, obligando a miles de personas a caminar kilómetros hasta sus hogares.

“Hasta el teléfono lo tengo apagado, el calor insoportable, estamos sin agua, este país está vuelto un desastre”, señaló a la Agence France-Presse, Armando Cordero, de 57 años.

La colapsada economía está paralizada ya que nadie puede retirar dinero de los cajeros ni realizar transacciones de ningún tipo con tarjetas.

Y en este país, donde el bolívar ha perdido valor aceleradamente a causa de continuas devaluaciones y una hiperinflación que el FMI proyecta en 10.000.000% para 2019, las transacciones electrónicas son indispensables, incluso para operaciones pequeñas como comprar una barra de pan.

El billete de máxima denominación, 500 bolívares, equivale a apenas 15 centavos de dólar, siendo insuficiente para comprar siquiera un caramelo.