El exchofer de Néstor Kirchner, el chileno Rudy Ulloa, se negó a declarar este martes ante la justicia en el caso denominado como los “cuadernos de las coimas”, que indaga el millonario pago de sobornos durante el kirchnerismo en Argentina (2003-2015).

Ulloa “negó absolutamente todos los cargos y por consejo mío se negó a declarar porque la causa es muy voluminosa y no se pueden leer 60 cuerpos en dos minutos”, señaló su abogado, Adrián Tenca, consignó diario Clarín de Argentina.

El nombre de Ulloa aparece mencionado en dos ocasiones los cuadernos de las coimas, donde se señala que recibió dinero proveniente de sobornos y que también los pagó al interior de un estudio jurídico, algo que fue desmentido por su defensa.

“Ya al leer las imputaciones respecto a Ulloa hay una arbitrariedad muy grande, porque se le imputa haber recibido dinero y otra donde se le imputa haber entregado, lo cual es absolutamente contradictorio”, expuso Tenca.

A diferencia de otros empresarios, el nacido en Puerto Natales no se acogió a la figura de “arrepentido”, que permite a quienes estén involucrados en casos de corrupción recibir una pena menor (y hasta evitar la prisión) a cambio de colaborar con la investigación.

Ulloa fue chofer de Néstor Kirchner cuando éste ejercía como gobernador de la provincia de Santa Cruz, al sur de Argentina, pero desde 2003 se convirtió en empresario (mismo año de la llegada al poder del kirchnerismo), lo que ha despertado las sospechas en torno al modo en que consiguió su patrimonio, llegando a ser acusado de ser un testaferro de la familia “K”.

“No me perdonan que empecé limpiando zapatos y repartiendo periódicos y ahora tengo unos 200 empleados y una linda casa”, dijo Ulloa en 2013 al diario El País de España por los cuestionamientos en su contra.

Nacido en Puerto Natales, el ahora empresario se radicó desde niño junto a su familia en Argentina, donde desarrolló toda su carrera laboral y empresarial.