Al menos 64 personas murieron y 180 resultaron heridas el martes en un ataque aéreo de las fuerzas etíopes contra un mercado en la localidad de Togoga, en la región rebelde de Tigré.

Los supervivientes que pudieron salir de esta localidad, describieron la masacre perpetrada la víspera hacia el mediodía en un abarrotado mercado.

“Hasta ahora hay 64 fallecidos y 180 heridos en Togoga. El ataque aéreo se produjo en el mercado y por tanto hay muchos heridas”, dijo Mulu Atsbaha, consejero de Salud Infantil.

Este balance, elaborado con información recogida por “dirigentes locales y la población de Togoga”, es provisional. Mulu dijo que continúan recabando información de las familias de las víctimas.

La ONU, así como Estados Unidos y la Unión Europea (UE), condenó el bombardeo y pidió una “investigación rápida” del ataque y de las acciones “que privaron a las víctimas de atención médica”.

Este se produjo un día después de las elecciones nacionales, que no se celebraron en Tigré, donde el ejército lanzó en noviembre una operación para derrocar a las autoridades regionales disidentes del Frente de Liberación Popular de Tigré (TPLF).

Desde entonces, Adís Abeba instaló una administración de transición en Tigré. La operación militar se ha convertido además en un conflicto de larga duración, marcado por numerosos relatos de abusos contra la población civil.

“Propaganda”

Blanco de las acusaciones, el ejército etíope indicó el jueves que llevó a cabo una “operación” el 22 de junio en Togoga contra combatientes reunidos “para celebrar lo que llaman la fiesta de los Mártires”, que conmemora el bombardeo de la ciudad de Hawzen el 22 de junio de 1988 durante la guerra civil.

“No es posible que estos bailen armados para celebrar el llamado Día de los Mártires y puedan al mismo tiempo llamarse civiles cuando son blanco de una operación militar. Esto es inaceptable”, agregó el vocero del ejército, el coronel Getnet Adane.

“Vincular esta operación a un día de mercado (…) es propaganda pura”, agregó el portavoz, para quien “está claro que los últimos combatientes del TPLF y de sus milicias se visten de civil”.

El ejército etíope está también acusado de impedir el acceso de los socorristas a Togoga y de no permitir que los heridos acudieran al hospital de Mekele.

Varios conductores de ambulancias indicaron que los soldados les impidieron desde el martes acudir a Togoga.

Solo se autorizó a algunas ambulancias. Un total de 73 heridos, entre ellos varios niños, llegaron a Mekele el jueves por la tarde, indicaron fuentes médicas.

Un doctor indicó el jueves en la mañana a la AFP que el personal del hospital de la capital regional practicó amputaciones y trató quemaduras y heridas típicas de un bombardeo.

“Todavía queda mucha gente entre los escombros”, explicó el miércoles por la noche a su llegada a Mekele Tsigabu Gebretinsae. Su hijo de 22 años murió y a su hija de 12 años le amputaron una mano.

Avión derribado

Al denunciar un “ataque gratuito” del ejército etíope, el portavoz del Comando Central de Tigré, Getachew Reda, tuiteó el miércoles por la noche que las fuerzas pro-TPLF derribaron un avión que “transportaba explosivos y municiones”.

Los combates se registran desde hace más de siete meses en Tigré entre las fuerzas pro-TPLF y el ejército etíope, apoyado por las tropas de la vecina Eritrea.

El conflicto, según la ONU, ha llevado a 350.000 personas al borde de la hambruna y a millones a abandonar sus hogares, algo que el gobierno etíope niega.

En los últimos días, responsables locales, habitantes y diplomáticos relataron un aumento de la actividad militar alrededor de las ciudades estratégicas de Adigrat y Wukro.

El jueves por la mañana, habitantes informaban de bombardeos al norte de Mekele.