El Consejo de Seguridad de la ONU debe reunirse este miércoles a puertas cerradas para examinar la situación en Malí, donde la diplomacia francesa y sus aliados de África del Oeste intentan frenar un golpe de Estado de los coroneles de las Fuerzas Armadas.

Si la mediación africana iniciada el martes no tiene éxito, “sancionaremos a todos aquellos que impiden que el proceso de transición se desarrolle”, declaró el miércoles el ministro francés de Relaciones Exteriores, Jean-Yves Le Drian.

Las sanciones serán aplicadas por Francia pero también por “Estados africanos y el conjunto de los actores”, dijo Le Drian, cuyo país tiene en el Sahel, sobre todo en Malí, una fuerza para luchar contra los movimientos yihadistas.

Los países europeos también están dispuestos a aplicar sanciones, señaló por su parte el presidente francés, Emmanuel Macron.

Misión africana

Por su lado, los emisarios de África del Oeste, enviados a Bamako el martes, al día siguiente de la detención del presidente y el primer ministro, siguen desarrollando su misión de mediación. Este miércoles deben entrevistarse con ambos.

La delegación de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO, por sus siglas en francés) obtuvo el martes la autorización del coronel Assimi Goita, el líder del golpe de Estado que el 18 de agosto de 2020 derrocó al presidente Ibrahim Boubacar Keita.

En la reunión efectuada este miércoles, el presidente Bah Ndaw y su primer ministro Moctar Ouane renunciaron a sus cargos, señaló Baba Cissé, consejero especial del coronel Assimi Goita, al frente del golpe de Estado.

Desde su arresto y su traslado al campo militar de Kati, a unos 15 km de Bamako, no hubo noticias directas de ninguno de los dos dirigentes.

Posibles sanciones

El martes, el coronel Goita indicó que los había apartado del poder acusándolos de haber formado un nuevo gobierno sin consultarlo, pese a ser el vicepresidente encargado de los Asuntos de Seguridad, función primordial en un país en guerra.

El nuevo gobierno anunciado el lunes excluía de los ministerios encargados de la Seguridad a dos de los principales artífices del golpe de Estado de agosto de 2020.

“Estamos aquí para ayudar a nuestros hermanos malíes a encontrar una solución a la crisis, pero debe quedar claro que la CEDEAO podría anunciar sanciones en una próxima cumbre”, dijo a la Agence France-Presse un miembro de la delegación tras entrevistarse con el coronel Goita.

“Explicamos las razones de apartar al presidente de transición y al primer ministro”, indicó por su lado un miembro del gabinete de Goita.

Macron habló de “un golpe de Estado dentro del golpe de Estado”, refiriéndose al movimiento militar que derrocó a Keita y luego creó un consejo de transición encargado de organizar elecciones al cabo de 18 meses, pero conservando lo esencial del poder.

El golpe de Estado en curso, enésima sacudida en la historia contemporánea de Malí, plantea una multitud de interrogantes sobre su impacto en la lucha antiyihadista, el futuro gobierno y las elecciones previstas a principios de 2020.