La ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) denunció este lunes que la infraestructura sanitaria de la región del Tigray, en Etiopía, ha sido destruida “de forma deliberada y generalizada” tras el inicio de una operación militar en la zona, lanzada por el gobierno de Adis Abeba, encabezado por el primer ministro Abiy Ahmed, Premio Nobel de la Paz 2019.

Según MSF, sus enviados en la zona han reportado casos de ambulancias secuestradas por grupos armados, centros de salud destruidos y madres que ven morir a sus hijos tras caminar horas en busca de ayuda médica. Asimismo, algunos centros de salud están ocupados por las tropas del gobierno central, desplegadas para expulsar del poder regional al Frente de Liberación del Pueblo del Tigray.

La ONG asegura que de los 106 centros médicos que visitó “entre mediados de diciembre y principios de marzo” de 2021, cerca del 70 por ciento ha sido saqueado y solo el 13 por ciento puede funcionar con normalidad.

“Un centro de salud de cada cinco visitados por los equipos MSF estaba ocupado por soldados. En algunos casos, esta ocupación fue temporal, en otros, proseguía en el momento de la visita”, asegura el comunicado.

Presencia de fuerzas eritreas

“Ha existido una voluntad de destruir el sistema de salud, de destrozar su equipamiento, e incluso, de usar algunos de estos centros médicos como bases militares de actores armados”, dijo María Hernández, coordinadora de MSF en las ciudades etíopes de Axum y Adua. El comunicado de la ONG detalla que en algunos casos los recintos se hallaban tomados por tropas eritreas, pese a que tanto Eritrea como Etiopía desmienten la participación de soldados de ese país en el conflicto.

“En el hospital de Adua, en el centro de la región, los equipos médicos, sobre todo ecógrafos y monitores, fueron destruidos deliberadamente”, denuncia la organización, que subraya que esto afecta duramente a la población local, impactada ya por la inseguridad y la ausencia de personal médico.

Por ello, es necesario que se “rehabiliten las estructuras sanitarias y reciban más material y ambulancias y el personal cobre sus salarios y tenga la posibilidad de trabajar en un entorno seguro”, declaró Olivier Behn, director general de MSF.