"Fue una crucifixión lo del arresto por microtráfico de drogas", reconoció el comunicador en el programa animado por Vivi Kreutzberger en TV+.

El comunicador Matías Vega (36) recordó este lunes detalles del polémico caso judicial en su contra por portar marihuana, en que aseguró que fue tratado como un “líder de una banda criminal”. “Finalmente, quedó en nada”, dijo.

Sus palabras, replica el portal La Cuarta, llegaron en el programa Más Vivi que Nunca (TV+), conducido por la animadora Vivi Kreutzberger.

En él sostuvo que “fue una crucifixión lo del arresto por microtráfico de drogas… En Chile no se hablaba mucho del tema de la marihuana. Viendo en retrospectiva, fui como un mártir de lo que estaba pasando con la marihuana”.

Para él, afirmó, fue “súper triste”, al mismo tiempo que reconoció que en ese momento “Me echaron de todas partes. Perdí todo, me tuve que hacer de nuevo básicamente”.

“Iba a un evento y me bajaban dos días antes porque habían fotos en internet donde yo estaba esposado en el juicio (…) Finalmente, quedó en nada. Nunca nadie supo”, relató.

Tal como reportó BioBioChile en esos años, Vega fue detenido por la Brigada Antinarcóticos de la Policía de Investigaciones y formalizado por microtráfico en febrero de 2013, luego que las autoridades lo encontraran con menos de 30 gramos de marihuana.

En la conversación, el comunicador advirtió además que lo que más le dolió fue que su sobrina, de seis o siete años, se enterara de lo que había ocurrido. “Cuando pasó eso, a mí me trataron de ‘líder de una banda criminal’. Después dijeron ‘tú ibas a comprar, no alcanzaste a comprar, listo, quedan tus papeles limpios’. Pero, la noticia era ‘líder de una banda criminal’. Cuando mi sobrina ve esto en las noticias se pone a llorar”, relató.

Cuatro años atrás, en La Divina Comida (Chilevisión), contó que todo ocurrió cuando iban al funeral de un cercano y su amigo le preguntó si debería llevar droga, a lo que respondió afirmativamente.

“Lo pasé a buscar. Se sube a mi auto con su mochila. Avanzo media cuadra, aparecen cuatro autos y se bajan de todas las puertas gente con pistolas. ‘¡Alto ahí!’. Y yo lo primero que pienso es que me van a matar”.

“Me separaron de mi amigo. A él se lo llevaron a su casa y a mí me llevaron altiro a un calabozo de la PDI. Hicieron que me desnudara completo y agacharme para ver si yo había escondido algo. Mucha gente viendo eso, mujeres, hombres de la Policía de Investigaciones”, agregó con angustia.

“Luego de eso, me llevan a una oficina donde estaba el fiscal Rosas y me empieza a interrogar sin nadie alrededor, solamente los dos. Me sienta y empieza a decir ‘¡ya, entrégame a alguien más grande!’. Me comienza a nombrar a gente de la tele, ‘¡tú sabí que este es no se qué!’… yo le decía ‘mira, lo único que te puedo decir es que yo a él le compro un pito y me lo fumo y ya’(sic)”, sentenció.

“Lo más terrible es que el día en que me toman detenido, la PDI sale diciendo que yo era líder de una banda criminal que repartía drogas a cinco comunas de la capital. Después de eso pasaron ocho meses y dijeron que yo no tenía nada que ver en el tema. Lo único que pudieron ellos como comprobar era que yo iba a comprar marihuana para mi consumo personal”, reconoció.