El comediante Álvaro Salas recordó el día que el empresario Leonardo Farkas lo contrató para actuar en su fiesta de aniversario de bodas y le pagó el doble de sus honorarios.

Salas fue parte del nuevo capítulo de Podemos Hablar de CHV, que se emitirá este viernes y donde sólo participarán humoristas.

Allí habló del “pituto” que más recordaba de su carrera. “Yo nunca pensé que me iba a contratar”, comenzó el artista, en declaraciones a las que BioBioChile tuve acceso en exclusiva.

Recordemos que el evento se realizó en 2009 en Santiago por los 15 años de matrimonio de Farkas y su esposa Betina Friedman, y fue calificado como la “fiesta más grande de Chile”.

“Fue una fiesta en el Sheraton, pero a toda raja… nos iban a buscar en limusina al lugar y no había que llegar en vehículo… Había que ir sin celulares para que nadie grabara ni una cosa”, dijo.

“Y no es broma. En el show (estaba) Air Supply, Donna Summer, fue una experiencia muy bonita, y estaba animando (Antonio) Vodanovic a todo esto”, recordó.

Respecto a su presentación, lo más curioso fue que debió actuar en la pista, “sino me quedaba muy lejos la gente” y que su rutina debió ser muy pausada, ya que la esposa del empresario, Betina Friedman, no hablaba español.

“Farkas estaba con su señora y la señora no cacha nada de castellano. Entonces, entre cada chiste, tenía que hacer una pausa, porque él le explicaba el chiste a su señora”, aseguró. “Estuve como una hora para contar 20 chistes”.

“¿Cuánto le cobraste?”

Tras aquella presentación, la clásica pregunta que recibía de sus amigos era “¿cuánto le cobraste?”. Pero lo que nadie sabe es que él cobró su tarifa habitual, pero el empresario el pagó el doble.

“Y lo juro, por lo más sagrado que hay, que le cobré lo mismo que cobro en cualquier evento… ¿por qué? Porque si yo le hubiera cobrado tres o cuatro veces más, me los habría pagado, pero no me habría llevado nunca más, para que estamos con cosas…”, reconoció.

“Cuando Ricardo, quien trabaja conmigo, fue a buscar el cheque a la oficina, la secretaria le pasó dos sobres… en uno, estaba lo que habíamos cobrado y, en el otro un cheque por el mismo valor y una tarjeta ‘gracias por la buena onda y por el buen momento que vivimos’”, reveló.

“Me pagó el doble, sin que yo se lo pidiera”, afirmó.

CHV

“Andaba con cassettes míos”

Esa fiesta fue el inicio de una buena relación entre ellos. Y es que según Salas, el empresario conocía su trabajo desde hace años.

“Le gustaban mis chistes, porque cuando él trabajaba en Las Vegas, andaba con cassettes de Coco Legrand y míos, como se sabía todos los chistes me contrató”, relató el comediante.

“Fuimos a comer dos veces con él… Y en la conversa en la mesa me dice, ‘Álvaro me he dado cuenta de que tenemos dos cosas afines: la música y los vinos"”, recordó.

El humorista prosiguió diciendo que incluso le dio un curioso dato. “‘Anótalo… cuando fui a Nueva York estaba comiendo con mi señora y me pedí un cabernet souvignon. Y sabes que le pregunté al garzón qué vino era. Le quedaban dos cajas y se las compré todas. Costaba un millón doscientos cada botella’. Y yo le dije, ¡gracias por el dato!”, cerró.