En el mismo predio que albergó las cinco temporadas de Pelotón, en Calera de Tango, fue construido el “refugio” que albergará a los concursantes de Resistiré, el nuevo reality show de Mega.
Se trata de una construcción de 500 metros cuadrados erigida básicamente sobre desechos y materiales reciclados, y no por mera coincidencia: “Es una mezcla entre casa okupa (y ‘casa estudio’). Queremos que la sensación sea que ha vivido gente antes, que es un lugar que tiene mucha historia”, contó a BioBioChile Matías Botto, dirección de arte y escenógrafo de Resistiré.
“Optamos por usar una estética basada en el vintage, en materiales en desuso, en materias primas que no se utilizan para construir, pero que nos dé las comodidades de una casa”, agrega Botto, creador de las escenografías de los últimos realities de Mega.
Dadas las reglas del programa, el agua deberá ser extraída desde una napa subterránea y luego trasladada a los estanques de las letrinas (baños) y la ducha mecánica (carente de agua caliente); todo esto con el fin de racionalizar su uso. “El origen es un refugio de montaña, un espacio común sin paredes ni divisiones. Imaginemos un refugio de alpinistas, de piedra, instalado en la montaña, que se vino abajo y hay que reconstruirlo”, comenta.
En los interiores, las habitaciones no tendrán camas sino palets, la cocina funcionará a leña y la comida será guardada en zonas carentes de electricidad.
“No es algo incómodo ni atroz. Igual (la casa) tiene su calidez, pero por supuesto está carente de camas. Hay mobiliario pero hay que repararlo, o que se está usando con otra finalidad y hay que cambiarlo”, sostiene Botto.
Los trabajos comenzaron el 14 de enero y se extenderán hasta dos semanas más, cuando comiencen las grabaciones de Resistiré. Para ello, en el lugar, se dispondrán 60 cámaras robóticas de alta definición, 6 de formato broadcast (cámaras en mano) y una grúa para algunas ceremonias especiales. En total, más de 120 personas trabajarán en el reality.
