La actual ministra de la Secretaría General de Gobierno, Cecilia Pérez, confesó las molestias generadas por las “bromas” del humorista Yerko Puchento (Daniel Alcaíno) que, en medio del programa Vértigo (Canal 13), la comparó con el personaje “Monga”, refiriéndose a su aspecto físico.

El hecho, que ocurrió fines de abril de 2017 en el programa animado por Diana Bolocco y Martín Cárcamo, generó una gran polémica que llegó a condensarse, principalmente, a las redes sociales.

“¿Saben qué? Fue bonito ver a Piñera en Fantasilandia. Ahí están los únicos avioncitos que no son de él. ¡Qué tierno! Dan vuelta y dan vuelta. Y después se metió a Monga y dijo ‘Cecilia Pérez, ¿eres tú…?’ ¡No, no! Es que pensó que estaba de público…”, dijo en ese momento Alcaíno. Un duro “chiste” que continuó durante las semanas posteriores.

Fue a través de su cuenta personal de Twitter que la secretaria de Estado se quejó por el actuar del intérprete. “Con #YerkoPuchento insisten en discriminar y violentar a las mujeres… @aluksicc su canal es misógino?”, escribió, emplazando incluso a Andrónico Luksic.

Más tarde, Pérez denunció el espacio televisivo ante el Consejo Nacional de Televisión (CNTV), pero la institución decidió no dar a lugar las quejas.

A más de un año de los episodios, la ministra conversó con la revista Caras sobre el tema. “Soy capaz de dar vuelta la página porque cuando optas por ser todos los días feliz no hay espacio para el rencor”, dijo al medio, aclarando que las molestias quedaron atrás.

Eso sí, admitió que la situación le generó más de un drama. Según explicó, no fue sólo por ella, sino que por “tantas otras mujeres que son juzgadas por su apariencia, clase social, cuna, comuna, universidad, sin siquiera conocer tu vida familiar para saber si tuviste la oportunidad o no de tener una educación superior; si hay esfuerzos de tus padres y este dio frutos”.

#YerkoPuchento #VértigoGranFinal

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Añadió que lo que vivió “es la realidad diaria de muchas chilenas que sufren estas faltas de respeto o derechamente delitos como abuso sexual o violaciones”.

No obstante, su mayor problema tuvo lugar en la interna de su familia. La vocera de Gobierno tiene dos hijas menores de edad, quienes vieron a través de la pantalla cómo el físico de su madre era expuesto y burlado por el personaje.

“Fue duro también porque mis hijas están más grandes, tienen acceso a las noticias, a las redes sociales y tuve que explicarles por qué una persona que ellas no conocían se burlaba de su mamá”, sentenció.

Pero a pesar de lo complejo que resultó para ella, también celebró que las mujeres, en estos tiempos, hayan levantado la voz con movimientos feministas y denuncias ante hechos poco éticos, acosos y abusos. “Siempre lucharé para que se entienda que cuando una mujer dice no, ¡es no! No pueden haber términos medios. En esta lucha por cambiar una cultura machista, no solo la eventual comisión de delito debe ser rechazada; ¡las faltas de respeto también!“, finalizó.