El presidente saliente de EEUU, Donald Trump, indultó este miércoles, horas antes de abandonar el poder, a los raperos Lil Wayne, culpable de un cargo de posesión de armas en Miami, y Kodak Black, sentenciado por un cargo relacionado igualmente con la tenencia de armas.

Wayne (38) fue detenido en diciembre de 2019, tras ser encontrado con una pistola bañada en oro y municiones durante un allanamiento policial a un jet privado en Miami, Florida.

La ley de dicho estado, prohíbe a personas condenadas a penas de prisión poseer armas, como era el caso del rapero, quien se declaró culpable y enfrentaba una sentencia de hasta 10 años.

Ganador de cinco premios Grammy, Wayne se fotografió con Trump, previo a las elecciones de noviembre.

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Kodak Black (23), en tanto, fue indultado de su pena de tres años y 10 meses en una prisión federal, donde se encontraba detenido por hacer una declaración falsa para comprar un arma de fuego.

El músico se declaró culpable en agosto de 2019, y desde entonces pedía una liberación compasiva, apoyado por líderes religiosos, otros raperos y atletas.

De todas formas, desde prisión lanzó su álbum “Bill Israel”.

Pero este no era el primer problema con la ley del músico, quien fue arrestado en su adolescencia por robar un auto con agresión y secuestro, según detalló al sitio The Fader.

Otros indultos

Antes de dejar el cargo, Trump indultó en total a 73 personas, incluyendo al que fuera su importante estratega, el ultraderechista Steven Bannon, imputado por defraudar a donantes para la construcción del polémico muro fronterizo con México, confirmó la Casa Blanca en un comunicado.

El expresidente tambièn conmutó sus respectivas sentencias a otras 70 personas, una medida que está en consonancia con una larga tradición presidencial de promover perdones en el último momento de su mandato.

La medida llega tras días de deliberaciones en el círculo del mandatario saliente sobre la idoneidad de indultar a uno de los arquitectos de la campaña presidencial en 2016 y de sus inicios en el Gobierno.

Otro beneficiario fue Elliott Broidy, un exrecaudador de fondos de la campaña de Trump que se declaró culpable de un cargo de conspiración. También concedió clemencia a Paul Erickson, el agente político conservador y expareja de la presunta espía rusa Maria Butina, quien se declaró culpable de cargos de fraude electrónico y lavado de dinero.

Incluyó igualmente a Anthony Levandowski, que fuera ingeniero de Google y que admitió haber robado tecnología secreta relacionada con los automóviles autónomos de la compañía.