Luego de ocho meses al aire, esta noche se emitió el capítulo final de Pacto de Sangre, la exitosa coproducción entre Canal 13 y AG-TV.
Tras un openning (clip inicial) que recopiló algunas de las escenas más impactantes de historia, el episodio comenzó con Marco Toselli (Néstor Cantillana) y Raimundo Costa (Pablo Cerda) presos, enfrentando las preguntas de la policía y viendo la declaración grabada que dejó Gabriel Opazo (Pablo Macaya). Allí, Costa termina reconociendo la verdad del crimen de Daniela Solís, e inculpando a Toselli del asesinato de Opazo.
Alonso (Hernán Contreras), a través de Ágata (Josefina Montané), se entera desde Zapallar que Trinidad (Ignacia Baeza), su hermana, es encubridora de la muerte de Solís, y que Benjamín (Álvaro Espinoza) y sus amigos fueron los autores materiales. En la misma llamada, le cuenta que junto a su familia planean abandonar el país.
Ante el asombro de Trinidad, Benjamín finalmente llega a Zapallar. En el acto, y enumerando su historial, la enfermera le cuenta que sabe de todos sus asesinatos, incluido el del general Errázuriz (Cristian Campos) y de su álter ego como abusador de menores. “Pedófilo, degenerado”, le grita en la discusión.
El médico implora perdón mientras reconoce los hechos, sin notar que su hijo Ignacio (Rodrigo Walker) escuchó todo el detalle. Benjamín y Trinidad se dan cuenta. “Hay algo mal en mí, pero yo te amo”, dice Benjamín antes que el estudiante, llorando y con la mirada perdida, le entierre un cuchillo que terminará matándolo.
Con Benjamín flotando en la piscina, Trinidad evoca lo que alguna vez le dijo su marido, y mirando a su hijo a los ojos le dice que juntos van a “actuar”, y que nadie se va a enterar de la muerte del doctor. “No va a pasar nada”, le grita a Ignacia en medio del shock.
Pasa el tiempo, no sabemos cuánto. Comienza el juicio oral contra Marco y Raimundo, culpados de homicidio y obstrucción a la justicia, entre varios otros cargos. Con el caso convertido en tema nacional, Maite (Blanca Lewin) lanza el libro “Pacto de Sangre” con los detalles del crimen y la historia de Daniela Solís, hija de Carmen Núñez (Tamara Acosta), que desde el público agradece el gesto.
Ya en el desenlace mismo, Trinidad es entrevistada en TV sobre el caso y revela que desconoce el paradero de Benjamín, y que una vez enterada del actuar de su marido este la amenazó de muerte para que lo encubriera. En el mismo diálogo, subraya que mientras él esté libre, ella y su familia nunca estarán tranquilos. Esa es, al final, su coartada. Allí, ante la entrevistadora, afirma que desconoce el paradero de su marido, lo que es completamente falso.
La última escena de Pacto de Sangre muestra a Clarita (su hija) jugando en la piscina de Zapallar, y a Trinidad a un costado, tomando sol. En eso, Ignacio llega a la terraza y le informa que saldrá, y que esta noche no llegará a casa. “Cuídate”, le responde la madre, antes que el estudiante, en un gesto ganador, tome sus gafas y le sonría con sarcasmo a la cámara que lo enfoca. En eso, Trinidad le pide a Clara regar “las plantas nuevas del jardín”, bajo las cuales ella y su hijo escondieron el cuerpo de su esposo.
La secuencia final de la teleserie muestra a Trinidad de perfil, sentada a una orilla de la piscina, moviendo sus pies y sus uñas rojas en el agua apenas unos centímetros más arriba del zapato taco aguja de Daniela Solís, sumergido al fondo.
