Este fin de semana debutó la nueva serie en español de Netlix: “Sky Rojo”, historia a cargo de los mismos productores de “La Casa de Papel” (Álex Pina y Esther Martínez Lobato) que contó con un elenco hispanoparlante que encabezan Lali Espósito, Verónica Sánchez y Yany Prado, sus principales protagonistas.

El trío encarna a Wendy, Coral y Gina respectivamente, mujeres que han sido víctima de la trata de blancas y que un día deciden escapar del prostíbulo “Las novias” donde están recluidas, aunque a un costoso precio.

Con altas dosis de humor negro y acción en capítulos que bordean apenas los 25 minutos, “Sky Rojo” se ha instalado como una de las producciones más populares entre los usuarios locales de la plataforma de streaming, con una segunda temporada ya confirmada (y filmada) por sus realizadores.

“Yo creo que la parte más difícil fue mezclar estos tonos que a priori parecen incompatibles. Nosotras tuvimos que darnos cuenta que no teníamos que añadir a nuestra interpretación más gravedad de la situación… Ellos (los productores) nos pedían que nuestros personajes fueran luminosos”, cuenta la española Verónica Sánchez a BioBioChile.

“A mí me costaba entender la luz en un personaje como el mío: una persona víctima de esclavitud con esa necesidad de aturdirse con el alcohol y las drogas para soportar su vida, y quitarle peso y solemnidad a ciertos momentos. Una como intérprete quiere añadírselos, pero tienes que darte cuenta que a lo mejor eso hubiera redundado demasiado y lo hubiera hecho menos digerible”, agrega.

Para Lali, por su parte, un plus de la trama es el derrocamiento de ciertos estereotipos femeninos; un camino que vislumbra como un largo y pedregoso proceso en la narrativa audiovisual internacional y que encuentra aquí una expresión genuina.

“Es lo potente y bonito que hace un par de generaciones hacia acá ha luchado para eso, para que la mujer sea vista no sólo de una (sola) manera. A nivel interpretativo, en nuestra área, solemos son etiquetadas”, dice.

“Nosotras podemos gozar de la ruptura de esos estereotipos, hablando en voz alta de nuestros cuerpos y de cómo queremos ser vistas. Y todo eso da como resultado personajes como los que hacemos en Sky Rojo: profundos y complejos, pasando por la situación que están pasando, y podemos ver no sólo las caras de víctimas”.

Caballo de Troya

A pesar del ritmo vertiginoso, lúdico y cinemátográfico de este “tarantinesco” drama de 8 capítulos, sus protagonistas develan las claves para abordar un tema tan sórdido como este en claves televisivas.

“Nos ayudó a entender el famoso tono que se buscaba, que fue un concepto que nos instauraron: el del caballo de Troya, que es, ‘vengo acá con todo el brillo, con toda la bandanga, y cuando no te lo esperas te hablo de lo que vine a hablar"”, cuenta Espósito.

“Sky Rojo viene a poner en pantalla, a darle luz a este tema (la trata de blancas), que es un tema que se suele mirar para otro alado. Nadie quiere sufrirlo ni hacerse cargo, y es bastante llamativo que en pleno siglo 21 siga existiendo la esclavitud sexual… Nos hace ilusión pensar que la serie abrirá un debate. La gente se preguntará cómo podemos seguir tolerando esto”, reflexiona Sánchez.

La serie está siendo exhibida en 170 países, con un segundo ciclo que ya fue rodado a la espera de su estreno en la misma plataforma.

“Desde mi punto de vista, (las tres protagonistas) no son trabajadores sexuales sino víctimas de la trata. Gina viene engañada de Cuba a España, está secuestrada, le retienen el pasaporte, es víctima absoluta de la trata”, señala Yany Prado.

Sobre las “lecciones” de la serie, Lali comenta: “La serie no busca adoctrinar al público, sino mostrar una realidad, de una forma diferente y original, estamos de acuerdo, pero mostrarla, que es algo que pocos hacen”.

“Conozco muchos productores que no se empaparían ni cerca por contar una cosa así por miedo a qué va a pasar con este proyecto. Lo que hace Sky Rojo es que te pone esa realidad al frente con entretenimiento y toda la bola, pero te lo pone en la cara”, añade.