“Contada con un realismo psicológico despiadado, en tramas superpuestas y bellos paneles cinematográficos ricos en motivos repetitivos, Watchmen es una lectura desgarradora y palpitante, un hito en la evolución de un medio joven”, dice parte de la reseña del escritor Lev Grossman.

El texto fue parte de una lista de la revista Time sobre las mejores 100 novelas publicadas desde 1923, en ese ránking sólo apareció un cómic: Watchmen, considerado por muchos críticos la mejor novela gráfica de la historia.

La historieta fue publicada en 1986 bajo el alero de la empresa DC Cómics, creada por el controvertido Alan Moore, el dibujante Dave Gibbons y el entintador John Higgins, como una serie limitada de 12 números.

El argumento del cómic presentaba a un grupo de superhéroes en un mundo alternativo, donde Estados Unidos ganó la guerra de Vietnam, Richard Nixon se convierte en una especie de presidente vitalicio y al borde de un conflicto nuclear con la Unión Soviética.

La novela narraba las tensiones políticas de la Guerra Fría y como la irrupción de superhéroes le da la ventaja a Estados Unidos, aunque a diferencia de otras historias profundizaba en las visiones políticas de los protagonistas, como el caso de Rorschach o The Comedian, ambos declarados ultraderechistas.

“Intentamos establecer cuatro o cinco formas radicalmente opuestas de ver el mundo y dejar que los lectores lo descubrieran por sí mismos; ¡que tomen una decisión moral por una vez en sus miserables vidas! Demasiados escritores apuestan por la moralización, donde la audiencia simplemente se sienta allí con los picos abiertos y le meten la moral regurgitada en la garganta. Los héroes ya no funcionan así (…) Mostrar que incluso los peores de ellos tenían algo para dar, e incluso los mejores tenían sus defectos”, afirmó Moore sobre la novela.

Los creadores de la serie debido a problemas de autoría decidieron usar parodias/inspiraciones de otros superhéroes de DC Cómics, por lo que algunos personajes están inspirados o son parodias de otras figuras de la editorial.

Uno de los casos más evidentes son los de Búho nocturno: inspirado en Bruce Wayne, cuenta con una gran cantidad de aparatos, tiene habilidades detectivescas e inteligencia nivel genio.

Otro es el de Rorschach: el personaje más icónico de la novela, inspirado en el detective The Question, es un declarado autoritario y con tendencia política de ultraderecha, durante el transcurso de la serie se ve como desprecia prostitutas y su creencia en el “ojo por ojo”.

Éxito

La novela fue un éxito de inmediato en la crítica y quedó catalogada como el “mejor cómic de la historia” en diversos ránkings, por lo que como todo cómic exitoso inmediatamente comenzó a ser postulado para ser adaptado al cine.

Pero desde su primera publicación, Alan Moore se negó a esto, aduciendo que estaba escrita y diseñada con características que sólo el noveno arte puede tener.

“Watchmen fue diseñado para ser leído cuatro o cinco veces; hay cosas allí que Dave había puesto que incluso yo solo noté en la sexta o séptima lectura. Y hay cosas que aparecieron allí por accidente, las pequeñas bujías en los hidrantes de chispa, si los volteas, descubres una carita sonriente”, señaló Moore

“Watchmen era una corriente de cosas raras y la coincidencia de principio a fin. Cosas extrañas nos golpeaban en la cara y eran perfectas para nosotros, como mirar a través de fotos de Marte de la NASA y encontrar una carita sonriente allí arriba”, agregó.

Adaptaciones

Cuando se estrenó la película basada en el cómic en 2007, se dio en el peor momento de la relación del autor y el séptimo arte, pues Moore quedó molesto con la adaptación al cine de V for Vendetta, pues entre los cambios que le hicieron, el protagonista pasó de un anarquista (historieta) a ser sólo un opositor a un régimen dictatorial (película).

“Es la persona que hizo 300 (Zack Snyder). No he visto ninguna película reciente de cómics, pero no me gustó especialmente el cómic de 300. Tuve muchos problemas con ese libro, además todo lo que escuché o vi sobre la película tendió a aumentar (esos problemas) en lugar de reducirlos: (que) era racista, era homofóbico y, sobre todo, era estúpido”, aseveró.

La película tuvo un costo de 130 millones de dólares y recaudó poco más de 180 millones, aunque tuvo una buena acogida entre los críticos y la audiencia, con 6,8 en Filmaffinity y 7,6 en IMDB.

Además, Moore ha tenido un quiebre desde la década con los 90 con DC Cómics y Warner, así que no tiene control sobre su obra, por lo que las adaptaciones como la película, la edición en código precuela de 2011 y la serie que lanzó esta semana HBO, no han pasado por el visto bueno del autor.

“No quiero que nadie que trabaje para DC vuelva a ponerse en contacto conmigo o cambiaré mi número (…) solo comencé a enojarme cuando descubrí que (DC Comics) estaban tratando de robarme un par de miles de libras. Fue durante la comercialización de Watchmen en los años 80, y finalmente dijeron: Oh, sí, supongo que te mereces este dinero. Pero para entonces el daño ya estaba hecho. La única razón por la que terminé trabajando para ellos nuevamente, durante el período ABC de ’99 -’04, fue porque ya había firmado los contratos”, explicó Moore en 2008 al Entertainment Weekly.

Más allá del rechazo del autor a trabajar en adaptaciones de otros medios de Watchmen, el cómic igualmente fue adaptado en una serie de televisión por HBO, que tras ser estrenada esta semana, tiene una evaluación de 7 en IMBD y críticas mixtas, aunque generalmente positivas en Rotten Tomatoes.

¿Y para Moore?

“Ha dejado muy claro que no quiere ninguna asociación o afiliación con Watchmen en adelante, y que no usemos su nombre para atraer a la gente a ver, cosa que quiero respetar”, explicó Damon Lindelof, guionista de la serie a TV Guide.