Mientras a algunas actrices les toma sólo un par de películas alcanzar la gloria, hay otras que a pesar de cientos de intentos y buenas críticas, siguen siendo de segunda línea para Hollywood. Rose Byrne es una de ellas.

Es probable que hayas visto a esta actriz australiana una docena de veces en diferentes películas, y quizás en más de una ocasión te preguntaste por su nombre. Y es que Byrne ha tenido que recorrer un largo camino para llegar a donde está hoy.

A sus 37 años, Rose ha trabajado en 58 producciones para televisión y cine, sin concentrarse en un sólo género. La intérprete ha pasado por el horror, la comedia, el drama, la ciencia ficción, además de películas románticas, históricas y superhéroes, entre otras. Pero pese esto, casi siempre interpreta el rol secundario de la mejor amiga, la esposa, la súbdita o la chica de la que se enamoran.

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A pesar de su versatilidad, son sus películas de comedia las que más éxito han tenido y las que le han permitido abrirse paso en la industria, pero hubo un momento donde ella estaba “mucho más interesada en ser tomada en serio”, que en conseguir encabezar la taquilla.

“Una vez que tuve la oportunidad de hacer algo divertido, me dí cuenta que era mucho más difícil, al menos para mi”, reconoció en una entrevista con la revista Elle.

Rose comenzó a trabajar como actriz a los 13 años en su país natal donde debutó en la pantalla grande con Dallas Doll en 1994. Después de eso, vinieron otras apariciones en cintas australianas, en la teleserie Echo Point y la serie Heartbreak High. Paralelamente, comenzó a estudiar teatro y a viajar frecuentemente a EE.UU. en busca de una oportunidad.

Fui a Los Angeles cuando tenía 18 o 19 años, y pasé algún tiempo allí. Fui y volví por tres años antes de conseguir un trabajo en América“, explicó la actriz en una entrevista con la revista Playboy. “En mi propia ingenuidad me sentí preparada para L.A., pero nada puede realmente prepararte para L.A. Es un lugar tan extraño”, agregó.

Su primer trabajo real en EE.UU. fue en Star Wars: Episode II – Attack of the Clones en 2002, donde interpretó a una de las sirvientas más leales de la senadora Amidala, interpretada por una joven Natalie Portman. “Tenía que estar detrás de Natalie Portman y parecer seria”, recordó.

Hasta el día de hoy, Rose sigue consiguiendo atención gracias a dicho rol. “Quiero decir, tengo una línea en esa película. Es un estiramiento decir que tengo un personaje en lo absoluto. Pero hasta el día de hoy, el 90 por ciento de los correos de fans que recibo es sobre Star Wars“, agregó.

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Después de eso, su carrera comenzó a avanzar. Tras varias películas de bajo presupuesto, su gran oportunidad llegó en Troya junto a Brad Pitt en 2004, donde dio vida a Briseida, el gran amor de Aquiles.

Desde entonces los papeles no le faltaron y participó en películas como Marie Antoinette, Exterminio 2, Adam y Bridesmaids. “Con Bridesmaids, toda la prensa se centró en ‘Wow, son todas mujeres, y es -una cinta- divertida !’. Nunca dirían eso de una comedia sólo con chicos. Nadie diría: ‘¡Son puros hombres y son divertidos!’. Nos trataron realmente como extraterrestres en la prensa.”, recordó.

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A la exitosa comedia le siguió X Men: First Class, I Give It a Year , Aprendices fuera de línea y la serie Damages, la cual la hizo resaltar por sobre el resto y además recibir nominaciones a diferentes premios por su rol de Ellen Parsons.

La noche del demonio 2, Buenos vecinos, Hasta que la muerte los juntó y Annie, consolidaron su carrera, especialmente como comediante. Spy: Una espía despistada, sin duda, fue otra prueba que superó con éxito, pues interpretó a una villana muy especial.

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Sus últimas apariciones fueron en X-Men: Apocalipsis y Buenos Vecinos 2. Además tiene tres proyectos en carpeta para el próximo año.

Revisa aquí algunas de sus películas más destacadas

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