Han pasado dos meses de la muerte de la actriz Naya Rivera y siguen apareciendo nuevos detalles del trágico deceso.

Recordemos que la estrella de Glee de 33 años se ahogó en el Lago Piru en California el 8 de julio en medio de un paseo en bote junto a su hijo Josey, de 4 años. En la ocasión ambos saltaron a nadar, pero sólo el niño regresó a la embarcación.

El médico forense del condado de Ventura publicó los informes completos de autopsia e investigación del fallecimiento de Rivera, revelando desgarradores pormenores del suceso.

Según el documento obtenido por revista People, Josey dijo que antes de que su madre desapareciera en el agua, contaron “1, 2, 3” y saltaron juntos al lago ubicado en el condado de Ventura.

Frederic J. Brown | AFP

Después de meterse en el agua, Josey señaló que Naya le pidió que regresara al bote. “Ella lo ayudó a subir y luego él la escuchó gritar ‘¡ayuda!’ con su brazo en el aire. Luego ella desapareció”, señala el informe.

El reporte también menciona que si bien Rivera gozaba de buena salud y era buena nadadora, tenía un historial de vértigo “que empeoraba cuando estaba en el agua”.

“La fallecida tenía vértigo hasta el punto de vomitar, pero aprendió a controlar los síntomas con medicamentos”, señala el informe.

De hecho, hay constancia de que Rivera había sido tratada en el hospital Cedars Sinai por vértigo antes de su muerte.

Asimismo, el documento revela que a Rivera le habían prescrito diazepam para la ansiedad y que recientemente estaba tomando medicamentos para una infección de los senos nasales. Además, “usaba un vaporizador de marihuana y fumaba alrededor de un paquete de cigarrillos por semana”, indican.

Por otro lado, aclaran que Rivera “no tenía antecedentes conocidos de ideación o intento suicida”.

Informe toxicológico

El informe de toxicología de Naya Rivera encontró varias sustancias en su cuerpo de la actriz, principalmente derivadas de fármacos recetados.

Tenía niveles bajos de anfetamina (probablemente derivado del consumo del medicamento Dexedrine), diazepam, alcohol y fentermina (un supresor del apetito) en su sistema, así como cafeína, en el momento de su muerte. Según el informe de toxicología, su concentración de alcohol en la sangre era muy poca, apenas de 0,016.

“En su bolso se encontró su teléfono celular, jeringas con una sustancia líquida rosa, su identificación y recetas para anfetaminas. Cerca de su bolso se encontraron tres latas de alcohol White Claw (bebida alcohólica parecida a una cerveza) de 350 ml. Una de las latas estaba vacía, una estaba abierta y con alrededor de tres cuartos del contenido, y la otra estaba sin abrir. Había una bolsa con alimentos en un banco cerca de la parte delantera del barco”, dice el informe.

Recordemos que la muerte de Rivera fue confirmada el 13 de julio, cinco días después de su desaparición.