Cada seis de septiembre se recuerda el momento en que el mundo entero despidió a uno de los seres más queridos y carismáticos de la realeza británica.

Los secretos mejores guardados de esa época también salen a la luz año con año, así como hoy, 23 años después del último adiós a Diana Spencer.

32 millones de personas vieron por televisión la ceremonia en Inglaterra, una cifra similar cuando los televidentes estadounidenses despidieron, vía pantalla chica, a Michael Jackson. A nivel global, lo hicieron dos mil millones de personas, según la revista Vanityfair.

Sin embargo, más de un millón de personas salieron a las calles británicas a observar el cortejo fúnebre de Diana. Desde el Palacio de Kensington a Hyde Park y luego al Palacio de St. James. este pasó por el Palacio de Buckingham hasta llegar, para una ceremonia, a la Abadía de Westminster.

A más de dos décadas, en libros como “Diana. Réquiem por una mentira”, se revela que el ataúd estaba vacío. La autora Concha Calleja, relata en sus escritos que los restos de Diana habían sido incinerados y enterrados en la iglesia de Santa María la Virgen, en la cripta donde también permanecen 20 generaciones de Spencer.

“Los hijos eran muy pequeños, aunque con los años son conscientes de todo. El resto de la familia lo sabía, sus amigos no”.

Charles Spencer, hermano de “Lady Di”, lo revelaba así en el programa de la BBC, Today: “Algo grotesco y cruel”, en referencia a la presencia y semblante de sus sobrinos, devastados por la pérdida de su madre.

“La media hora más larga de mi vida”, aseguró Spencer, en relación con caminar detrás del ataúd de su hermana, vacío.

Vanitatis

Elton John tampoco lo sabía

“Goodbye, Norma Jean”, era la frase con la que iniciaba la canción “Candle in the Wind”, originalmente escrita para Marilyn Monroe. Su nombre real no era ese último.

La letra fue modificada a “Adiós, Rosa de Inglaterra. Tal vez crezcas en nuestros corazones”…

Atrás quedó su significado inicial porque, desde que Elton John, amigo de Diana, la cantó para decirle adiós, la memoria colectiva sabe que se trata de un tema dedicado a la entrañable amistad entre ambos.

El sentimiento que millones observaban derramarse en Sir Elton John, había sido motivado por la creencia de que el cuerpo de Diana Spencer estaba ahí. No obstante, forma parte de lo que Concha llama otra de las “mentiras” de los funerales de Diana.

Vanitatis

“Elton John no sabía que cantó a un féretro vacío”.

Elton cantaba el que por esas fechas era su más sentido tema. Millones, a la distancia, lo hacían con él. También, de forma presencial, otros famosos asistentes al funeral, entre estos: Sting, Tom Cruise y Nicole Kidman, Tom Hanks, George Michael, Luciano Pavatotti, entre otros.

Muy criticada fue para ese entonces la ausencia de los máximos representantes de la monarquía española.

La reina Sofía y el rey Juan Carlos no estaban presentes en la despedida de Diana, pese a que tenían una cercana amistad cuando Spencer estaba casada con el entonces príncipe Carlos.

Cordon Press

“Ella era una Spencer”

Uno de los personajes que más ha tenido que decir después de la muerte de Diana, es su hermano Charles Spencer.

El hombre de 56 años es parte de la nobleza. Ostenta el título de IX Conde de Spencer. Sus padres eran conde y vizcondesa. Su hermana, mientras tanto, pasó a ser una de las mujeres más influyentes y queridas a nivel mundial, aún después de su trágica muerte.

Fue él mismo quien habló posteriormente de detalles de los funerales de Lady Di, que estaban guardados en lo más íntimo del círculo real británico.

Uno de estos tiene que ver con el estandarte de la monarquía ubicado en el féretro de Diana. La familia Spencer pidió que fuera eliminado poco antes de llevarse a cabo los funerales. Trascendió que Harry, William y su padre estuvieron de acuerdo con la remoción.

Los Spencer fueron los más satisfechos, al declarar Charles y su hermano James: “Ella era una Spencer”.

Los nobles que rodeaba a la monarquía británica, en cambio, interpretaron esta decisión como una afrenta a la corona. Pero los hijos de Diana y su exmarido ya habían avalado el cambio.

Otro de los momentos complicados que se vivían tras los funerales de Diana, eran las críticas sobre la Reina Isabel II y su silencio en torno a la muerte de la que fue esposa de su hijo el príncipe de Gales.

Su reverencia (inclinación de su cabeza) ante el cortejo fúnebre, fue el paso inicial para que el público británico comenzara a olvidar el desdén de la monarca.

Su discurso televisado abonó un poco más, cuando la reina aseguró: “La admiré y respeté por su energía y compromiso con el prójimo, pero especialmente por su dedicación por sus dos hijos”.

El anterior forma parte de los múltiples pasajes del último adiós a Diana de Gales, que año con año, seguirán saliendo a la luz, mientras esta perdure.

Vanitifair[/caption