Aunque aún no se conoce la fecha del parto de Meghan Markle, el Palacio de Kensington ya confirmó que la duquesa de Sussex romperá varias antiguas tradición reales.

La exactriz y el príncipe Harry decidieron que no entregarán grandes detalles del nacimiento ni presentarán a su bebé inmediatamente a la prensa.

“El Duque y la Duquesa de Sussex están muy agradecidos por los buenos deseos que han recibido en todo el Reino Unido y alrededor del mundo mientras se preparan para darle la bienvenida a su bebé. Sus Altezas Reales han tomado la decisión personal de mantener sus planes alrededor del nacimiento en privado”, explicaron en un comunicado.

“El Duque y la Duquesa están deseando compartir las buenas noticias con todos una vez que hayan tenido la oportunidad de celebrarlo en privado como una nueva familia”, agregaron.

Esto significa que una vez que llegué el nuevo integrante de la realeza, la prensa no tendrá una foto inmediata de él y tampoco se realizaría el anuncio oficial en las puertas del palacio de Buckingham, como indica el protocolo. Y al parecer tampoco se confirmará la noticia en las redes sociales de la familia real.

Cabe destacar que el niño tampoco nacerá en la Ala Lindo del Hospital St. Mary, en Paddington, como lo hizo su padre, tío y primos. Lo que significa que tampoco existirá la clásica foto en las puertas del hospital.

Según especulaciones de la prensa inglesa, Meghan tendría todo dispuesto para dar a luz en su nuevo hogar y con un equipo de su exclusiva confianza, dejando de la lado a los médicos de la Reina que han atendido casi todos los partos de la familia.

A parecer el príncipe Harry y su esposa quieren evitar a toda costa el acoso de la prensa y paparazzi, considerando la forma en la que murió la princesa Diana, la madre del duque de Sussex. Sin embargo, su decisión de mantener todo en reserva, aumenta aún más la curiosidad de los fanáticos de la realeza.